Tecnología: aprenda a calibrar el ecualizador de su celular Android

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¿Por qué escuchar música y videos con mala calidad en su celular cuando el ajuste de los seteos de audio está a mano?. Acá le contamos todos los secretos.

Tecnología: aprenda a calibrar el ecualizador de su celular Android

Por Alejandro Franco – contáctenos

“¡Estos auriculares son una porquería!. ¡Se escuchan tapados y sin fuerza!”. Ese es el comentario habitual de un usuario novel o inexperto que jamás se tomó la molestia de calibrar la salida de sonido de su celular Android. Hace siglos la gente escuchaba música en walkmans, luego en discmans y mas tarde en reproductores de MP3 – dispositivos que eran simples de calibrar ya que tenían un par de seteos de ecualización prefijados o, cuando mucho, venían con un botón para habilitar bajos extra -. Pero cuando los smartphones se popularizaron – y el precio de las tarjetas microSD bajaron -, nadie más volvió a usar otro dispositivo para escuchar música por la calle que no fuera su celular. Volcaron toneladas de sus MP3 favoritos en las tarjetas de memoria externas, enchufaron sus auriculares y le dieron sin asco a los reproductores integrados. Y, sí: todo el mundo escuchó música pero muy poca gente quedó conforme con la calidad que obtenía.

La realidad es que su celular – como cualquier aparato que reproduce audio, sea su minicomponente, su televisor o su computadora – dispone de métodos para pulir la calidad del sonido: y la herramienta para realizarlo se llama Ecualizador. Un ecualizador se compone de una serie de barras, cada una de las cuales representa a un rango o frecuencia de sonido. Cada barra puede ubicarse por encima, igual o por debajo de los Cero Decibeles (Db) con lo cual potenciamos, anulamos o degradamos una frecuencia determinada de sonido.

Haciendo un poco de historia

Si bien los sistemas de ecualización de sonido se conocen desde la década del 20, su popularización es relativamente reciente. Durante mucho tiempo los equipos de música (“combinados”, compuestos por un sistema de radio de varias bandas y una bandeja tocadiscos) eran dispositivos costosos de manufactura relativamente artesanal, generalmente provistos de un sistema de sonido monoaural (todo el sonido salía por un solo parlante) y donde la mayor exquisitez en cuanto a calibración de sonido consistía en un control de agudos y otro de bajos. y aunque los sistemas de sonido estereofónico datan de la década del 30 y 40, pasarían décadas antes de que se pudieran popularizar en la forma de equipos hogareños ya que el costo de fabricación de una dupla de parlantes con buena calidad era prohibitivo. Los 60s verían la revolución en la forma de la aparición de los sistemas de sonido multicanal – algo que había comenzado la Disney en 1940 para su película Fantasía – y con la masificación del transistor (en reemplazo de lámparas y válvulas) como método mas eficiente y barato para producir en masa circuitos integrados.

Pero aún en ese entonces los sistemas de ecualización estaban reservados a los equipos de alta calidad y lujo (Hi-Fi) que unos pocos selectos podían costearse. Los japoneses patearían el tablero a finales de los 60s y 70s, primero fabricando sistemas de sonido por bandejas a un costo accesible y, luego, instalando ecualizadores en equipos hogareños y radiograbadores. Pronto los fabricantes descubrirían dos cosas: primero, que no todo el mundo se daba maña para calibrar un ecualizador de 10 o 20 bandas (10 o 20 palanquitas que eran necesario ajustar para que agudos, medios y graves se escucharan de la mejor manera posible, algo que lograban ingenieros de sonido, usuarios muy expertos o melómanos dedicados luego de horas de retoques y pruebas pero que escapaba a la paciencia del usuario común) y, segundo, que era mas barato y eficiente poner un selector básico donde el usuario solo tuviera que elegir una de las cuatro o cinco ecualizaciones prefijadas.

Mientras que uno puede entender el razonamiento detrás de semejante restricción debido a un costo de componentes de hardware – toda esa cantidad de perillas, selectores y circuitos integrados necesarios para poder ejecutar semejantes prestaciones -, esas limitaciones vuelan por los aires cuando se trata de un dispositivo programable a través de software. La única limitación consiste en las prestaciones de fábrica que trae el chip de audio y todo lo que se precisa es un programa que dialogue con él para habilitar / ajustar la performance del mismo.

Encontrando el ecualizador en su celular

Todos los celulares traen ecualizador: el drama es que en muchos casos el mismo está escondido bajo una tonelada de seteos. Salvo que su móvil traiga un sistema de sonido exclusivo – como es el caso de los celulares LG, dotados del sistema de sonido DTS de 10 bandas y entorno surround y cuya presencia está destacada en el panel de configuración del teléfono -, lo mas probable es que su teléfono venga con un ecualizador básico de cinco bandas al cual solo se puede acceder después de hacer un par de piruetas. Esto es, ingresando desde la app de Google Play Music (o, en versiones modernas de Android, a través de su sucesor YouTube Music), el cual suele venir definido como el reproductor de música por defecto. El por qué esto es así es un misterio: yo creo que Google quiere impulsar el uso de manera casi compulsiva de YouTube Music por parte de los usuarios pero el drama es que la app es muy confusa para usar. No lee los MP3 que tengas guardados en la memoria del teléfono (o te pide que los subas a Internet para reproducirlos en la nube!) y termina mezclándolos con los videos musicales que ya viste en YouTube. Todos estos problemas se solucionan instalando una app mucho mas simple como reproductor local de archivos MP3, algo que veremos mas adelante en este artículo.  Una vez que estamos en YouTube Music vamos a configuración y allí aparece la opción ecualizador, la que abre un panel con cinco bandas, una amplia galería de seteos de ecualización prearmados (Flat, Ska, Rock, etc… aunque podemos tomar uno, retocar sus valores y guardarlo con el nombre que querramos), y las barras de seteos extra para regular el refuerzo de graves y el efecto de sonido envolvente.

Un típico ecualizador de cinco bandas de celular Android

Un típico ecualizador de cinco bandas que se encuentra en los celulares Android: en este caso 60 / 230 Hz representan los bajos (explosiones, ritmos), 910 Hz los valores medios (voz humana promedio), y 4 / 14 kHz son los agudos (voz femenina). No, no son ni por asomo valores exactos (para ello precisaríamos como mínimo un ecualizador con 10 bandas para diferenciar de manera nítida y matemática los valores que definen a los rangos de bajos, medios y agudos) pero da una idea general de qué es lo que uno quiere regular / calibrar para ir depurando la calidad de sonido.

Lo primero que debe saber es que el ecualizador sólo afecta a los dispositivos de audio conectados (de manera física o inalámbrica) al celular. Vale decir, no afecta en absoluto la performance del altavoz interno. Lo otro a tomar en cuenta es que, para obtener la mejor performance de audio, cada dispositivo precisa una configuración personalizada. No existe una configuración universal simplemente porque usted usa dispositivos de distintas marcas, calidades y con diferentes configuraciones físicas. Parlantes y auriculares Bluetooth requieren un mayor seteo de agudos simplemente porque la calidad de transmisión inalámbrica no es tan buena ni nítida como la de la conexión física vía cable. Unos auriculares manos libres tienen menos caja de resonancia que unos auriculares de vincha con lo cual pueden requerir un refuerzo en los graves. Por eso el ecualizador permite grabar seteos personalizados con su propio nombre (que podría ser el del modelo / marca del auricular o parlante que haya calibrado, cosa de seleccionarlo cuando lo conecte al móvil).

Entendiendo el proceso de calibración de un ecualizador

Para entender en qué consiste la tarea de calibrar un ecualizador, permítame ilustrarle con varios ejemplos. El primero es que su juego de auriculares (o parlantes) es, en la práctica, como una caja fuerte de la cual usted desconoce la combinación para abrirla. El proceso de prueba y error – para dar con la combinación exacta y abrir la cerradura – equivale al proceso de calibración del ecualizador para ese dispositivo determinado. Al dar con la combinación exacta (en el ecualizador) usted está dando con los valores específicos de determinados rangos en donde los auriculares o parlantes se escuchan con la máxima calidad de sonido que pueden brindar de acuerdo a su construcción y diseño.

La realidad es que usted está adivinando los límites de los rangos que maneja el dispositivo de audio que quiere escuchar. Un fabricante de auriculares o parlantes, si hiciera su trabajo a conciencia, podría darle una tabla con los valores máximos que maneja en cada rango, lo cual facilitaría enormemente el proceso de ecualización – en la realidad debe existir algo así pero debe estar reservado a dispositivos de alta gama o a los que usan en los estudios de grabación -. Para el grueso de los usuarios no estiman necesaria tanta exquisitez, amén de que ser demasiado detallado con las especificaciones de la performance de un equipo dejaría a la luz sus virtudes y deficiencias o podría ser tomado en cuenta por la competencia para producir un equipo mejor a igual o mejor precio.

En la práctica es como tener una Ferrari y correrla, descubriendo sobre la marcha las prestaciones y la velocidad máxima sin disponer del manual del fabricante. Por otro lado, cada vez que saca un dispositivo y conecta otro a su celular (troca auriculares manos libres por otros de vincha, usa equipos de distinta marca, pasa de parlantes Bluetooth a parlantes potenciados con conexión física por cable), está cambiando la Ferrari por otra y realizando de nuevo el proceso de descubrimiento de sus limitaciones y de qué tipo de marcha / conducción le va mejor. Creo que hasta allí el ejemplo se entiende.

El por qué el proceso de ecualización no es simplemente algo matemático – el fabricante me dice que estos auriculares distorsionan si pongo mas de 5 dB en rango de bajos, debo anular los rangos medios, tiene agudos en exceso y hay que ponerlos en decibeles negativos, etc – es porque entran a jugar otros factores externos y, por supuesto, los gustos personales. El proceso de calibración de un ecualizador depende – en su mayoría – del dispositivo conectado (auricular, parlante) porque lo que yo estoy haciendo es ajustar para que éste se escuche realmente bien… pero una parte importante del proceso depende, también, de las prestaciones del equipo emisor de sonido. No es lo mismo un minicomponente con 600 Watts de salida RMS que un celular que tiene 1 o 2 Watts de salida. No es igual un equipo con ecualizador de 20 bandas que uno con ecualizador de cinco. Cuanto mayor sea la potencia del equipo hay mayor margen para calibrar y depurar el sonido sin afectar la potencia de salida (en los celulares es habitual que, una vez calibrados, se escuchen muy bien pero con mucha menos potencia que si el ecualizador estuviera deshabilitado). y cuantas mas bandas tenga el ecualizador, existe mayor posibilidad de obtener un sonido supremo… aunque ello implique que el proceso de calibración sea infernal porque ajustar 20 o mas bandas es una tarea tan fina como ardua.

El último factor es personal: hay gente que adora los bajos en exceso y otros que son fanáticos de los agudos. En realidad el gusto de calibración pasa por el tipo de música favorita del usuario, que es la que reproducirá con mayor frecuencia en su equipo de música o celular. No todos los auriculares / parlantes sirven para todo; generalmente por construcción / diseño / elección de materiales (la calidad de los imanes utilizados, la sensibilidad de las membranas, el diseño físico de los conos acústicos, etc, etc) hay parlantes / auriculares que son mejores para cierto tipo de sonido, y hay otros parlantes / auriculares que son mejores para otro tipo de sonido. Hace poco reseñé un juego de parlantes Edifier 2.1 (los M1360) y, aunque la teoría indique de que un sistema de parlantes 2.1 debería ser propenso a resaltar los bajos (retumbes y explosiones), los M1360 son ideales para los amantes de la música clásica (por tener parlantes satelitales de sonido cristalino y porque el subwoofer es muy delicado) pero decepcionarían a un tipo que los quiere para videojuegos o para poner películas con el volumen al máximo ya que no te sacuden el piso ni te corren los muebles de lugar con la performance que brindan en las explosiones. Lo mismo ocurre con los auriculares: los manos libres básicos (que vienen de fábrica con algunas marcas y modelos de celulares) están diseñados para escuchar muy bien diálogos y voces pero son muy toscos para música, juegos y películas… a menos de que usted los cambie por unos manos libres de marca y precio superior a lo básico, lo cual indica de que han puesto otro cuidado en el diseño y la construcción del mismo y que tienen tal amplitud de rango que pueden ejecutar con calidad otras prestaciones diferentes a la de su propósito principal.

Entendiendo los valores del ecualizador

Veamos la grilla de bandas que compone un ecualizador. Las frecuencias entre 0 y 250 / 500 Mhz (generalmente a la izquierda del ecualizador) representan los bajos: explosiones, sonidos de baja frecuencia, retumbes. Entre 250 Mhz y 1 Khz (la sección media) representa el rango medio y en ese rango se calibra la claridad de sonidos ambientales y le da realismo a la mayoría de los diálogos; y de 1 Khz a 16 Khz (la sección derecha del ecualizador) se calibran los agudos, que representan la claridad de la música, voces femeninas y el resto de los diálogos. Por otro lado cada barra del ecualizador se puede calibrar por encima, igual o por debajo de 0 dB (cero decibeles). Eso significa que se puede potenciar, anular o incluso obligar a una performance negativa (restar potencia) a un determinado rango, cosa que se hace cuando un auricular es particularmente sensible en el mismo. Supongamos que usted recién se compró un juego de auriculares, los conectó por primera vez a su celular y, con el ecualizador apagado (o sea, sin interferencia de configuraciones personalizadas) los prueba escuchando un poco de música… y los agudos le parten la cabeza. Eso significa que esos auriculares tienen una tendencia a enviciarse con los agudos (rango 1 a 16 Khz). Ahora, con el ecualizador habilitado, hay que empezar a calibrar la salida de sonido hasta que la misma armonice con las prestaciones de los auriculares. Para ello se ponen las barras de 1 – 16 Khz en cero, se vuelve a escuchar el mismo tema musical y, si sigue sonando como una lata, habrá que seguir probando con valores por debajo de cero hasta encontrar un seteo en el cual a uno le guste como suena.

El antes mencionado es un ejemplo rápido de cómo se calibra un ecualizador; en realidad para hacerlo bien hay que seguir un proceso mas largo y elaborado. Lo que usted debe recordar es que lo que calibra es la calidad de salida de audio para que el dispositivo A suene bien y usted quede conforme. Si en vez de A le va a conectar el dispositivo B, usted deberá regular el ecualizador para que B suene bien. Como el ecualizador permite grabar mas de un seteo personalizado, el proceso de ajuste solo se hace una vez y se deja grabado, no es que hay que estar toqueteando cada vez que cambio o pongo un dispositivo distinto.

Ahora bien: hay una cosa que debe entender y es que un ecualizador puede mejorar muchísimo la calidad de sonido que se escucha en un dispositivo, pero tampoco puede hacer milagros si el dispositivo conectado es de calidad horrenda. Por eso yo recomiendo que adquiera auriculares y parlantes de marcas reconocidas, no genéricos chinos que suelen tener un sonido espantoso y es imposible de mejorar. Los dispositivos de muy buena calidad suelen venir con muchos agudos / muchos bajos, cosa que hay que rebajarlos un poco y en cuestión de minutos quedan calibrados (a veces, incluso, eligiendo alguno de los seteos prefijados del ecualizador) y se escuchan bien. Si usted está horas toqueteando todos los valores y no logra que los diálogos se escuchen claros, que la música tenga profundidad o los ritmos repercutan, entonces está frente a un dispositivo de pésima calidad. Si es nuevo, cámbielo y pruebe con uno de marca reconocida o, sino, elija alguno que le haya recomendado un amigo suyo y que lo haya testeado de sobra como para quedar conforme con la perfomance.

¿Cómo se calibra un ecualizador?

Primero, hay dos cuestiones fundamentales que vale la pena aclarar. Uno: cuando usted habilita un ecualizador, pierde potencia de sonido. En un equipo de música – que devora toda la energía que quiere de la instalación eléctrica – no se nota, pero sí en un celular (que depende de algo tan limitado como es la batería incorporada del móvil). Usted sacrifica potencia desviando recursos para gastarlos en un proceso adicional que se dedica a depurar la calidad de audio para mejorarla (mas bajos, mas agudos) (lo mismo ocurre si se excede con el potenciador de bajos y el sonido envolvente). Dos, la performance de los dispositivos de audio cambia (y mejora) con el uso. Es lo que se conoce como período de rodamiento (lo que sería el tiempo de ablande de un auto nuevo!) en donde las partes flexibles (como los diafragmas y conos de auriculares y parlantes) vencen el “almidonamiento” con el que salieron de fábrica debido al uso durante horas y horas. Caso típico, si usted pone música de hip hop (desbordante de bajos) durante horas en un juego de parlantes nuevos, al día siguiente retumbará mucho mejor.

Ahora pasemos al proceso de calibración. Hay varios métodos, usted elija el que le plazca. Un método es utilizar un par de temas que sean sus favoritos (los que nunca se cansa de escuchar) debido a que mentalmente ya tiene una idea de cómo se escucharían en un equipo configurado de manera ideal. Yo suelo usar un par de temas de películas (You Can Dig It de la banda de sonido de IronMan 3; el tema principal de la película Pacific Rim), no sólo porque me encantan sino porque representan la combinación de graves y agudos que mas me gusta. Los reproduzco, empiezo a probar con seteos prearmados (Clásico, Ska, Reggae, etc) y, si tengo suerte, con uno de ellos ya se escucharán como yo quiero. Caso contrario tomo el seteo que mas me agradó y empiezo a jugar con agudos / graves / medios hasta pulir el seteo original, guardándolo con el nombre del dispositivo calibrado (“auricular modelo ZZ”).

El segundo método, mas sistemático (si se quiere), es reproducir “Ruido Rosa” (Pink Noise) que básicamente es estática (hay videos de YouTube con horas de ello, hay gente que lo usa para dormir).  Lo que hay que hacer es poner todos los valores del ecualizador en cero (o, mejor aún, completamente negativos) y ejecutar el archivo con el Ruido Rosa. Ahora empiezo a subir lentamente la palanca de un rango (por ejemplo, arranco con el mas agudo: 16 Khz) y, cuando el sonido empieza a distorsionarse (como si estuviera en un galpón o en medio de una ventisca), significa que he llegado al límite de lo que puede reproducir el auricular o parlante. Retrocedo lo mínimo hasta que la estática vuelva a escucharse normal, anoto el valor en un papel (por ejemplo, 16 Khz: +5dB) y vuelvo a poner la palanca de ese rango a full negativo para seguir con el siguiente (por ejemplo 4 Khz), con el cual repetiré el proceso. Cada vez que distorsiona marca el limite, retrocedo un poco, siento que se escuche bien y anoto el valor. Así hasta obtener todos los valores máximos de cada rango en los cuales el Ruido Rosa puede escucharse nítido sin transformarse en una lata molesta y deformada. Una vez terminado el proceso con todos los rangos subo / bajo las palancas de cada uno de los rangos hasta que coincida con los valores que he anotado. Se supone que con ello estoy plasmando en el ecualizador los valores máximos (de agudos, medios, bajos) que tolera el dispositivo de audio y con lo cual debería escucharse como los dioses.

Por supuesto que éste método no es perfecto (¿existe alguno, acaso?). Todo es cuestión de gustos. Pero el sistema de Ruido Rosa lo he usado para hacer ajuste fino, calibración sensible especialmente en dispositivos que tenían un ecualizador grande con 10 o mas bandas.

Consideraciones finales

Para terminar el artículo le daré una lista de tips a tener en cuenta:

  • El ecualizador que usted manipula es la consola central que maneja la calidad de audio de todo el celular. Vale decir, está regulando como se van a escuchar no sólo los archivos MP3 que tenga en el teléfono sino también el streaming de YouTube, Netflix, Prime Video, etc, e incluso cómo se escuchan los audios grabados de WhatsApp a través de los auriculares o parlantes que utilice en esa ocasión. Como son muchas fuentes de audio diferentes, quizás quiera armar variaciones según las mismas (por ejemplo, tener un seteo de ecualizador pregrabado con valores altos de graves para ver las películas de streaming, cosa que las explosiones se escuchen mas fuertes)
  • Haga la calibración con los valores de Refuerzo de Graves / Entorno Envolvente en cero. Una vez que logre un seteo cuya calidad de sonido le haga feliz, recién allí pase a jugar con los valores de graves extra y surround como para darle un poco de picante (mas tridimensionalidad, retumbe mejorado, etc).
  • La ventaja de los dispositivos Bluetooth es su ausencia de cables y la posibilidad de manejarlos a distancia. Por contra, la transmisión inalámbrica de audio es de una calidad similar a la de una radio FM. La conclusión obvia de todo esto es que cualquier juego de auriculares / parlantes conectados por cable va a tener mucho mas y mejor sonido que cualquier dispositivo similar pero inalámbrico.
  • Los archivos de audio de WhatsApp (voz grabada) no son de buena calidad; a lo sumo semejan la calidad de una radio FM. Además depende de la calidad del micrófono del celular con que fueron grabados, a la distancia que estaba el usuario respecto del celular, el ambiente en que se grabó, si habían ruidos ambientales, etc. Si lo que quiere es escuchar mejor los audios de voz humana entonces incremente el valor de los agudos en el ecualizador (rango 1 – 16 Khz con valores por encima de 0 dB).
  • Si los suyo es música a través de videos de YouTube, recuerde que la mejor calidad de audio sólo se obtiene si el video puede ser reproducido en calidad Full HD (1080) o superior (actualmente YouTube limita de manera automática la calidad inicial de los videos a no mas de 720 pero usted puede incrementarla desde los seteos del video – los tres puntos en la esquina superior derecha – y cambiarla a 1080).
  • La calidad de los archivos MP3 dependen de la frecuencia con que han sido grabados (44 kHz o superior ya es calidad CD). Cuanto mas grande y pesado sea el archivo MP3, mayor la fidelidad de la grabación. Además si en vez de MP3 puede encontrar la versión .FLAC del mismo archivo se la recomiendo, ya que posee un grado de compresión mucho menor (lo que redunda en mejor calidad de sonido).
  • Si no le gusta o no le convence el reproductor de MP3 que trae su celular, instale uno aparte. Yo le recomiendo a todo el mundo AIMP que trae su propio codec de audio, su propio ecualizador de 10 bandas y para mi es el mejor player de música que puede encontrar en el market Google Play (le da un sonido muy superior al que obtiene con los reproductores standard). Si no, hay otros simples y mas fashion como Pulsar o MX Player.

Con estos consejos es factible calibrar el ecualizador del celular y adaptarlo de modo que su juego de auriculares (o parlantes) favorito se escuche como los dioses. No es chino básico: es solo un conjunto de reglas a las cuales vale la pena dedicarles unos minutos para estudiarlas de manera que su celular (y su dispositivo de audio de uso cotidiano) rindan en su mayor plenitud, brindándole la máxima experiencia auditiva que usted se merece.

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