Cine, TV, Video: crítica: Goliath (2016) (serie de TV)

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Billy Bob Thornton derrocha carisma en Goliath, la historia de un abogado fracasado que se enfrasca en una cruzada personal contra su antiguo bufete y contra una gigantesca corporación metida en negocios non sanctos. Sorpresas al por mayor, y una pirotecnia verbal que es de admirar. Calificación: 5/5

CRITICA: Goliath (2016) (serie de TV)

Por Alejandro Franco – contáctenos

Goliath (2016) A Hollywood le encanta encasillar intérpretes, y hay actores que han hecho toda una carrera de ellos – sino, pregúntenle a Humphrey Bogart, Christopher Walken, Al Pacino, Robert De Niro, Robert Duvall, Tom Cruise, Sean Connery y un larguísimo etcétera -. Muchas veces ese encasillamiento corresponde a un actor en decadencia, el cual obtiene una oportunidad de oro – un papel que revive su carrera y que es ampliamente festejado por el público -. De más está decir que lo que sigue es ver al actor haciendo variaciones de un mismo personaje. En Goliath, Billy Bob Thornton es simplemente Bad Santa en un juzgado: profano, ilegal, sexópata, abandonado a sus vicios, vegetando en un estado casi permanente de decadencia. Pero el tipo tiene cerebro y un corazón de oro, y he allí las condiciones que lo redimen de ser un simple chanta. En la nueva serie de David E. Kelley (pope del genero legal en la televisión norteamericana, que va desde Los Practicantes y Boston Legal hasta Ally McBeal), Thornton se relame bardeando gente, recibiendo castigos e insultos de todo tipo y color, y saliéndose con la suya contra viento y marea. Hay pocas escenas de juzgado y mucho desarrollo de caracteres ya que ésta es la última cruzada de un abogado quebrado, el cual puede develar la verdad oculta tras un misterioso accidente en alta mar.

El tema es que el tipo tiene antecedentes. Thornton es divorciado y, en el proceso, abandonó el estudio que había formado, hoy devenido en un gigante global gracias a la conducción de hierro de su ex socio (un deforme y ponzoñoso William Hurt). El otro detalle es que su ex (María Bello) quedó dentro del bufete. Mientras la Bello disfruta de una mansión plagada de jacuzzis, Thornton sobrevive en un motel de mala muerte, tiene como secretaria a una prostituta que quiere reintegrarle favores legales con sexo oral, tiene de socia a una abogada de cuarta que sólo desea hacer arreglos fuera de la corte (y es agente inmobiliaria en su tiempo libre), y trabaja para una veterana tan angustiada como sexy, cuyo hermano murió cuando su barco explotó en alta mar. El tema es que el barco detonó como si fuera una bomba atómica, hay testigos de ello que son amedrentados por William Hurt, la sensual cliente es atropellada por los conspiradores de turno, y Thornton queda solo en un caso que promete cobrarse su vida. A final de cuentas, no sólo el dueño de su antiguo bufete quiere destrozarlo en el estrado sino que se enfrenta a una corporación gigante que fabrica armas de última tecnología para el ejército de los Estados Unidos. Tipos que no andan con chiquitas a la hora de borrar pistas y testigos relacionados con los negocios turbios que manejan.

Es imposible describir la delicia que es la serie. Como si fuera una película americana de los 40, acá todos los personajes hablan rápido y pintoresco, son inteligentes y sarcásticos, y el ambiente da para que Thornton putee como sólo él puede hacerlo, una andanada de vulgaridad que cobra ribetes artísticos en sus labios. La tensión es palpable y la tira se da maña para analizar y humanizar a estos personajes, fallidos, codiciosos, dañados, lo cual hace mucho mas creíble su accionar. Goliath es una serie formidable, sin desperdicio alguno y su primera temporada está disponible, entera y online, en Amazon Prime; una oferta que permite devorar esta suculencia de una sola pasada.