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Lo que comienza como un filme de aventuras – el hombre versus la naturaleza – termina por transformarse en un filme reflexivo sobre el valor de la existencia (y de lo vivido) frente a la amenaza de una muerte inminente. Notable trabajo de Liam Neeson
Por Alejandro Franco – contáctenos
The Grey (USA, 2012); Intérpretes: Liam Neeson, Dallas Roberts, Frank Grillo, Dermot Mulroney, Nonso Anozie, Joe Anderson, Ben Bray, dirigidos por Joe Carnahan. Calificación: 5/5
De un tiempo a esta parte Liam Neeson se ha transformado en un maduro héroe de acción. En general el género tiene cabida para todo y para todos – si no lo creen, basta el ejemplo de Nicolás Cage (!), intérprete inadecuado si lo hay, pero que cuenta con una larga lista de títulos en el género -, con lo cual sólo bastan un director y un guionista talentoso para que haga los ajustes y le calce el traje de héroe a cualquier actor sin importar si es bajo, gordo, calvo, etc. A Neeson le juega un poco en contra la edad, pero tiene a favor que es un actor de rango, y ello le permite dar otro cariz a sus personajes. Desde hace unos años Neeson ha obtenido buenos éxitos en el género, tales como Brigada A, Taken y Unknown. Ahora llega El Líder (El Gris, traducción literal, y que alude al macho alfa que lidera una manada de lobos), el cual no es el típico filme de acción; en todo caso, es acción vista bajo una óptica reflexiva propia del cine arte, en donde los protagonistas se vuelven cada vez más introspectivos a medida que se acercan al final y se dan cuenta que la situación se vuelve más desesperada.
Mucha crítica palurda (y en especial la criolla, la cual es absolutamente incapaz de hacer algún tipo de análisis cinematográfico como la gente, y que sólo sirve para adular todo el tiempo a las mismas envejecidas estrellas autóctonas que permanecen atornilladas en las pantallas desde hace 20 años) ha apedreado El Líder sin apreciar los méritos que tiene. Es cierto que el filme no es perfecto, pero tampoco es una película estúpida o insatisfactoria. En todo caso el problema con El Lider pasa por una cuestión de expectativas: si bien tiene un puñado de escenas movidas, no es el habitual filme de acción; y si bien hay algunos ataques de lobos, tampoco es un filme de terror. Hay una mezcla de ambos para condimentar la historia y darle realismo, pero en el fondo El Lider es una película profundamente existencialista. Que venga de la mano del director y del intérprete de Brigada A no implica que uno deba desestimarlo automática e injustamente. ¿Acaso esta gente no tiene derecho a probar caminos nuevos y mas serios que hacer simplemente cintas pochocleras?.
En El Lider Liam Neeson es Ottway, un cazador a sueldo contratado por una petrolera radicada en Alaska para proteger los campamentos de trabajadores del asedio de las fieras salvajes del lugar (mayoritariamente, los lobos que merodean en la zona). Ottway regresa en un vuelo desde su base, cuando el avión sufre un serio desperfecto mecánico y termina por estrellarse. Ahora Ottway – quien venía sumido en una profunda depresión debido a la muerte de su esposa, y pensaba seriamente en suicidarse – debe contrarrestar su “deseo de muerte” con la misión de guiar de regreso a la civilización a seis sobrevivientes del accidente. El problema es que han caído en el coto de caza de una manada de lobos, y éstos han comenzado a perderle el miedo a la presencia de humanos en el lugar. Será cuestión de emprender una arriesgada huída, careciéndo de armas, energía y con la moral en serio declive tras cada ataque producido por la manada.
Si hay algún filme que se asemeje en tono a El Lider, sería Viven!, la historia de los rugbiers uruguayos varados en la cordillera de los Andes (incluso hay un momento en que bromean amargamente sobre el parecido de las circunstancias). Acá el fin supremo es sobrevivir en condiciones extremas, en donde la manada de lobos resulta ser la frutilla del postre. Quizás sea una cuestión kármica, en donde el espíritu de todos los lobos muertos por Ottway hayan venido en busca de venganza. O quizás sea una prueba para este suicida, quien se ve obligado a abrazar la vida a regañadientes ya que el instinto de supervivencia es mas fuerte que él. Pero Neeson no está solo en este viaje de revelaciones; el resto de los supervivientes – incluso hasta el más molesto y engreído – tienen sus momentos de epifanía y redescubrimiento. Si la muerte está cerca, comienzas a analizar tu vida y a pensar en si realmente has vivido.
Aún con todo El Lider no es un filme perfecto, porque da la impresión que falta algún tipo de mensaje adicional. Es como si el destino de Neeson hubiera quedado reservado para otro momento y lugar en vez de una mísera bala en un cuartucho del campamento petrolero. Pero también es cierto que se trata de una misión hueca en vista de los resultados. Quizás el punto pase porque el espectador busque redención en los personajes, cuando en la vida real no la hay. La gente muta al acercarse la muerte, se sincera y hasta se transforma en mejor persona… pero ello no garantiza algún edicto divino de inmunidad o perdón contra lo indetenible. Tampoco es que la lucha regenera a la persona – aunque esto sí sería aplicable en el caso de Neeson, ya que éste es su universo y son sus reglas (o las reglas de los lobos) -; es por ello que uno siente que debe haber espectadores que aguardan la batalla de turno para que tal o cual personaje se purifique en un baño de sangre, o se convierta en una persona mejor que ha descubierto un plus cuando ha visto a la muerte directamente a los ojos. Pero no; acá las cosas son simples y brutales, y lo que tenemos son personajes que redescubren sus vidas mientras se dan cuenta que el final está cerca.
El Lider es una gran película, una que merece verse tranquilo y con una mente abierta. No espere un filme de aventuras, o de terror, o de acción; hay un poco de todo ello pero la historia pasa por otro lado, y por uno que no es nada despreciable.