Cine, TV, Video: crítica: El Espanta Tiburones

Volver al Indice – Cine, TV, Video

El último producto del departamento de animación de DreamWorks, de reciénte estreno en video, cumple con todos los requerimientos para ser un espectáculo tanto para chicos como para grandes. Sin embargo, algo de morosidad en el tramo medio del relato le impide a llegar al nivel de otros films del mismo estudio, como los clásicos Shrek y Shrek 2.

Por Alejandro Franco – contáctenos

Shark Tale (2004): Directores: Bibo Bergeron, Vicky Jenson, Rob Letterman: Con las voces de: Will Smith, Robert De Niro, Renée Zellweger, Jack Black, Angelina Jolie, Martín Scorsese

en video: el espanta tiburones - shark tale - , la ultima produccion de animacion digital de dreamworks En los últimos tiempos (y más exactamente, desde la aparición de Toy Story), cada vez es mayor la cantidad de público adulto que se interesa por los films de animación digital. Buena parte de esta causa fue la nueva ola de animación que comenzó Disney en los 80, comenzando por la animación tradicional, siendo la piedra basal la película La Sirenita.

Por qué el interés?. Básicamente, porque esta nueva ola de dibujos animados funcionan a varios niveles, tanto para pequeños como para grandes. Mientras que Disney apuntaba a la universalidad de los temas tratados, provistos con un fino humor, el ingreso a las grandes ligas por parte de DreamWorks y su revolucionaria Shrek indicaba que se podía hacer entretenimiento familiar con segundos mensajes dirigidos a los adultos, basados tanto en la abundancia de guiños y referencias pop, como incluso hasta con cierta ponzoña y sarcasmo (recordemos, sino, como en Shrek lanzaban dardos a Disneylandia y, en general, a todo el imperio Disney).

Shark Taleel Espanta Tiburones, como se tituló en nuestro país -, sigue la misma línea que Shrek, pero tiene menos malignidad en sus segundos mensajes, y eso se echa en falta. El tratamiento es más lineal, y en general, cabe notar que los últimos productos tanto de DreamWorks como de Pixar siguen lineas argumentales parecidas. Haga de un fracasado el protagonista del film, hágalo luchar con una serie de injusticias o situaciones mal entendidas, incorpore numeros musicales y referencias destinadas a los adultos, y dótelo de un casting de voces de primera.

En el caso que nos ocupa, es la historia de Oscar (Will Smith), empleado con delirios de grandeza de una lavadero de ballenas, que sueña con la fama y el dinero. Oscar vive en Ciudad Coral, un arrecife cuyo rasgos son obviamente trazados sobre la imagen de Nueva York (la avenida central es un Times Square modificado), y que se encuentra oprimida por la mafia, representada por los tiburones y, especialmente, su jefe Don Lino (Robert De Niro, cuando no), que tiene tratos bastantes turbios con el dueño del lavadero y jefe de Oscar, que es Sykes (Martín Scorsese). Oscar es un generador constante de problemas, vive endeudado, y cuando no cumple con sus pagos, es “apretado” al mejor estilo mafioso, por los hijos de Don Lino, Frankie (Michael Imperioli) y Lenny (Jack Black). Cuando ocurre un accidente, y Frankie muere, Oscar – por fortuna y por torpeza – es considerado por los habitantes de la ciudad como un “asesino de tiburones”, y defensor de la comuna. Sumado a esto que Sykes se envalentona contra Don Lino, y que Lenny resulta ser un tiburón “diferente” – de suaves maneras y vegetariano – , que desea escapar de su padre y precisa la ayuda de Oscar, se dan las condiciones para armar una típica trama de enredos.

La animación es de primer nivel, y renderiza el fondo del mar de una manera diferente a Buscando a Nemo, pero es de gran calidad. Así mismo, los personajes siguen, en mayoría, los perfiles de los verdaderos actores que los componen (Oscar es identico a Will Smith; Sykes tiene las mismas cejas gruesas que Scorsese; Don Lino tiene el lunar de De Niro, etc), y calcan a la perfección gestos y, sobre todo, manías. Quizás Oscar – Smith es demasiado hiperkinético para su personaje, pero es perdonable. Pero quienes son verdaderos “ladrones de escena” son los encuentros de Don Lino y Sykes (reproduciendo la quimica natural de dos viejos conocidos como Scorsese y De Niro), y los matones de Sykes – dos medusas – interpretados por los cantantes Doug E. Doug y Ziggy Marley.

Los primeros diez minutos del film son realmente excelentes, plenos de bromas y alusiones (los tiburones tarareando el tema de Tiburón, la tienda de Sushi, etc), pero después el ritmo decae, especialmente después del accidente de Frankie (que no termina de ser bien explicado ni entendido – Lenny anda como si nada, a pesar de haber perdido a su hermano), y algo repunta hacia el final, que no resulta demasiado creíble (ya que se sucede muy rápido). Por supuesto, hay perlas en todo el camino, pero pareciera que la trama es por momentos, demasiado conversada, y que está demasiado estirada para llenar los 90 minutos que dura el film.

Si es recomendable?. Por supuesto. Pero no llega a la altura de ser un nuevo Shrek. Precisaba algo más de veneno en sus dardos, un menor metraje, y algo de más pulido en su guión. De todos modos, supera ampliamente el standart de lo que suele considerarse como entretenimiento familiar, y que generalmente está plagado de bodrios insalvables.