Volver al Indice – Análisis de Tablets
Excelente precio, gran calidad de terminación; lástima que la calidad de la pantalla deja algo que desear.
Por Alejandro Franco – contáctenos
Como lo mío son mas historias que reseñas, aquí va una: hace unos días mi nena cumplió 8 años y con mi esposa decidimos que era hora de que tuviera su primera computadora. A mi juicio era una decisión algo tardía – hay muchos pibes que arrancan desde los 5 con una compu -, pero no hubo forma de convencer a mi señora para anticipar la decisión. Como éste fue un año brillante para mi gurrumina en todo sentido – notas brillantes, excelente conducta, cambios notables en su personalidad -, qué mejor idea que premiarla con un escritorio y una computadora para que viera sus videos favoritos cuando se le diera la gana, escuche su musica, disfrute juegos y, sobre todo, adquiera confianza y presteza en el uso de un ordenador.
Y mientras que nuestros propósitos eran loables la realidad terminó por darnos un cachetazo a la hora de implementar la idea, fundamentalmente porque la computadora elegida (una vieja notebook que estaba en desuso) era demasiado arcaica y lenta como para resultar potable. Si bien una Pentium 4 puede cargar un Windows XP con cierta soltura, el procesador – y sobre todo, la placa de video – boqueaban para cualquier otro tipo de aplicación que requiriera un esfuerzo mínimo de recursos multimedia. Los juegos a ejecutar debian ser muy muy viejos – tipo Midtown Madness – y, si bien zafaba a la hora de pasar música, todo lo que era video resultaba imposible de correr. ¿Como pasar Netflix con una placa de video de 32 Mb y con una resolución máxima de 800×600?. Ni que hablar a la hora de navegar y de pretender cargar el sitio web de Barbie o de Cartoon Network. Los recursos, los complementos, el bagage multimedia de esas páginas terminaba por estrangular a la computadora, denigrando su velocidad a niveles intolerables.
Hay algo abrumador en el hecho de que una tablet moderna – aún la mas barata y lenta – puede pasarle el trapo olímpicamente a una computadora de hace 10 o 15 años. Tienen una pantalla de mayor definición, traen procesadores quad core (los que actúan como si fueran cuatro computadoras corriendo al mismo tiempo de manera sincronizada), su conexión inalámbrica es mas veloz y estable y, sobre todo, poseen un formidable chip gráfico miniaturizado, capaz de ejecutar juegos 3D o pasar videos HD con total fluidez. Digo: hay una diferencia tecnológica abismal creada en estos últimos 10 años (y eso que, en su momento, el Pentium 4 era el tope de gama de los procesadores Intel), con lo cual es lo mismo que pretender comparar a una Ferrari con un Ford T.
En vista del fracaso decidimos hacer un esfuerzo adicional y obtener una tablet – hay muy baratas y su performance es notable -. No hay dispositivo mas amigable e intuitivo que una tableta para iniciarse en la informática. Como todo, hay detractores: gente que piensa que los dispositivos con Android son una porquería, que las unicas tablets válidas y útiles son las iPad, que la experiencia no se compara con la de una buena computadora, etc. Un montón de burradas, por cierto. Si la tablet de Steve Jobs marcó el camino, las tablets Android popularizaron el concepto hasta el paroxismo. No todos podemos abonar una tablet Apple (o precisamos sus costosas aplicaciones cuasi profesionales). No todos somos tan jóvenes como para sentarnos delante de una computadora y devorarnos una parva de clases para poder manejar el Windows de turno (el cual cambia radicalmente de interfaz de una versión a la otra). Digo: para un niño o para una persona mayor – que nunca tuvo contacto con un ordenador -, una tablet Android es la solucion ideal. y si a eso le sumás la tienda Google Play – donde hay millones de aplicaciones, gratis en su mayoría -, tenés un dispositivo rico en posibilidades y con un caudal de programas ilimitado. La practicidad le gana a cualquier prejuicio elitista e infundado.
El primer intento de adquirir la tablet no resultó auspicioso. En Ribeiro obtuve una X-View Proton Jet a $ 1.539.- (valores a Diciembre 2016) que prometía mucho – salida HDMI, entrada USB OTG – y cumplía poco. No era una Proton Jet nueva (de esas que vienen con Android 5 y tapa metalizada), sino un modelo de un par de veranos atrás con Android 4.0.4, lo cual no sería demasiado drama de no ser por la tremenda inestabilidad del producto. X-View tiene la mala costumbre de hacer 2 millones de modelos de tablets diferentes según el procesador de base que consigan ese día, lo cual la lleva a armar cosas con configuraciones inestables o no muy probadas. Imposible conseguir el dato técnico sobre la Proton Jet que me tocó en suerte, pero pondría las manos en el fuego a que tenía un procesador Rockchip RK3128, ya que poseía la misma configuración que la detestable Suzuki Time 716QB que probamos hace unos meses – su distribución física es inconfundible: la ranura para la tarjeta de memoria microSD va empotrada en una especie de tobera que sobresale por debajo del botón de encendido, amén de que toma la corriente desde un cargador con pin macho en vez del tradicional enchufe microUSB que usan todas las tablets y celulares -.. Como pasó con la Suzuki Time, cuando el Android de la tablet se conectó a internet y comenzó a actualizarse, la inestabilidad infestó todo, y las aplicaciones daban mensaje de error a cada rato. En menos de dos horas estaba de vuelta en Ribeiro – ya sabia lo que se me venía, y que era un defecto insalvable – y, en cuestión de minutos, troqué la Proton Jet por una nueva e impecable Alcatel Pixi 3 (7) enfundada en su caja original.
Lo primero que hay que destacar es que la Alcatel Pixi 3 no es una tablet armada en Argentina sino que viene importada en caja cerrada desde China. Eso (y el respaldo de su casa matriz TCL) habla a las claras de la calidad de terminación del producto, la cual es impecable. Encender la Alcatel Pixi 3 es toda una fiesta ya que la tablet nos reserva hermosas animaciones de presentación, amén de un formidable asistente para configurar la tablet a nuestras necesidades primordiales – conectarse al WiFi, poner las cuentas de las redes sociales, definir ubicacion y privacidad, etc -. Ese tipo de cuidado sólo lo he visto en el Moto E segunda generación, nunca en una tablet nacional – que mas allá de poner un loguito vistoso en la carga, no customizan demasiado el Android que le instalan al aparato y, mucho menos, le proveen una experiencia personalizada al usuario -. No solo el Android es vistoso (y eso que es un 4.4 aunque parece un 5 o 6) sino que la apariencia está cuidada al detalle: los iconos poseen los bordes redondeados y están hechos en tonos pastel; la persiana desplegable (donde el sistema detalla las novedades y actualizaciones de último momento) dejó de ser genérica y posee miniaturas de tamaño respetable y alta visibilidad, además de que los textos están formateados y son muy legibles; incluso el icono de ver historial de aplicaciones utilizadas trae funciones extra como saltar al menu de configuración o abrir la ventana de widgets.
Realmente es un Android trabajado. La Alcatel Pixi 3 no tiene salida HDMI para conectarla a una TV de alta definición pero, en cambio, trae su utilidad de pantalla inalámbrica – que la conecta con celulares, tablets y smart TV poseedores de tal función, y hace un screen mirroring de sus contenidos sean aplicaciones, fotos o videos -. Trae aplicaciones extra como transferir archivos via WiFi, una interfase alternativa a Google Play (el cual ya está instalado en el sistema pero, al parecer, la gente de Alcatel decidió armar algo mas simple con los niños en mente, ya que la nueva interfase apunta esencialmente a la descarga de juegos), un paquete Office gratuito, un reproductor de música y otro de videos de manufacturación propia. Viene con Bluetooth 4.0 y el resto de la configuración es bastante standard. La otra novedad es que permite conectarnose al sitio de Alcatel y, si estamos registrados, el sistema puede obtener programas y actualizaciones extra (¿pasar a Android 5?) que van mas allá de las actualizaciones standard de las aplicaciones instaladas.
Y mientras que la calidad general del producto es digna de una tablet mucho mas cara, el talón de Aquiles de la Alcatel Pixi 3 (7) resulta ser su pantalla. No tiene buena nitidez – el primer detalle que resalta es la borrosa legibilidad de los títulos de los íconos, la cual mejora un poco cuando en la configuración del sistema optamos por un tamaño de letra mas grande – y, cuando se ejecutan videos o peliculas con escenas oscuras o nocturnas, se ve un molesto granulado. Da la impresión que escatimaron en la cantidad de LEDs que forman la pantalla, lo cual es intrascendente con colores claros, pero con negro y tonos oscuros queda en evidencia. Otro punto es que la pantalla no parece totalmente activa: hay ángulos de visión (cuando uno ve la tablet de costado) en donde se ven zonas oscuras o con colores invertidos como si fuera el negativo de una película (lo cual era común en las pantallas pasivas que se usaban en las notebooks hace 10 años). Mientras que no hay quejas por la performance del chip gráfico Mali 450 – he reproducido peliculas full HD sin problemas (usando BS Player o VLC Player, y en formato .mkv, .mp4, .avi, etc), y los juegos andan de manera fluída -, la falta de buena definición de la pantalla puede ser, en algunos casos, molesta. No es un problema que haya tenido otras tablets probadas (o que poseo, como la Noblex T7014AR o la X-View Proton Crystal), sino que Alcatel ahorró en una de las pocas cosas en las que no podía ahorrar.
Es una lástima que la estupenda calidad de la Alcatel Pixi 3 (7) quede opacada por el tema de la pantalla. Por lo demas, sólo tenemos alabanzas: la cámara de 2 megapixels es realmente muy potable (es la primera cámara de tablet que prueba que saca fotos como la gente; sensible y con muy buena definición), los asistentes gráficos son hermosos (si está cargando en modo pasivo, una bonita animación nos muestra el estado de la batería y el porcentaje de la misma), la ranura donde va la tarjeta microSD está protegida por una tapa unida por un cable de resistente goma (como en ciertos celulares), y la calidad de sonido es notable: se escucha muy fuerte y tiene el antiguo (y venerable) ecualizador de Android (accesible vía Play Music), con variedad de efectos ambiente, sintonías precargadas (aunque usted puede crear las suyas customizadas), y resaltador de bajos. Digo: todo lo que tiene está hecho con un criterio sublime, casi de tablet de alta gama, con lo cual el tema de la pantalla termina siendo un punto de tolerancia discutible en vista de las grandes virtudes de la Pixi 3 en el resto de sus aspectos.
Por $ 1.699.- (Ribeiro, valores contado a Diciembre 2016) la tablet Alcatel Pixi 3 (7) es un producto mas que sólido. La única macana es su pantalla granulada y con ciertos problemas de nitidez, un detalle que queda en evidencia según la actividad que haga con la tablet. Hubiera preferido pagar unos pesos mas y obtener este mismo producto con una pantalla perfecta, lo cual daría lugar a una tablet altamente recomendable. Así como está es un producto plagado de virtudes cuya puntuación queda mellada por un display de calidad mediocre, una memoria RAM algo corta, y un espacio libre en disco algo escaso, el cual se resuelve con una generosa tarjeta externa de memoria.
Caracteristicas técnicas de la tablet Alcatel Pixi 3 (7)
- Procesador: Mediatek MT8127 quad-core 1.3GHz, con procesador gráfico Mali 450 MP4
- Memoria RAM: 512 Mb
- Memoria interna: (nominal) 4 GB / real: 3 GB (libre) – 1 GB (ocupado por aplicaciones preinstaladas y sistema operativo)
- Capacidad de expansión: se le puede agregar una tarjeta microSD de hasta 32 GB
- Pantalla TFT capacitiva multitouch
- Resolución de pantalla: 1024 x 600 (170 dpi)
- Pantalla de 7 pulgadas
- Reproduce videos HD (via VLC / BS Player), formatos .mkv, .mp4, .avi, etc.
- WiFi: 802.11 b/g/n
- Bluetooth: si (4.0)
- Cámara: frontal VGA / trasera 2 Mpx
- Sistema operativo: Android 4.4 KitKat
- Micro USB: 1
- Batería: de litio de 2820 mAh
- Parlante interno único
Precio: U$s 106.- (o $ 1.699.-, valores a Diciembre 2016)