El 22 de Marzo
de 2011 Dallas Wiens comenzó el largo camino de su recuperación.
Una que no es total, pero que al menos mejorará su actual
calidad de vida. Porque en el 2008 Wiens sufrió un accidente
en su trabajo, golpeando con su cabeza a un cable de alto voltaje
y borrándole literalmente las facciones del rostro. La
intensidad del shock electrico quemó en instantes sus
ojos, y fusionó piel y músculos. A excepción
de la boca, el rostro de Wiens es una masa muscular uniforme
y estática. Pero ahora, luego de una donación
de órganos y de 15 horas de trabajo, el cuerpo médico
del hospital de Boston ha devuelto el rostro al malogrado obrero.
La operación de Wiens no es la primera de su clase.
Los antecedentes se remontan al 2005, en Francia. Isabelle
Dinoire había sufrido una severa depresión e
intentó suicidarse mediante una sobredosis de pastillas.
Las horas pasaron y pasaron y su mascota, un perro labrador,
se desesperó al ver que su dueña no reaccionaba
ante sus intentos de despertarla. El animal entraría
en crisis y terminaría por destrozarle la cara.
En el caso de Dinoire hubo que hacer un transplante parcial
de cara... pero la operación estuvo envuelta en medio
de la polémica, ya que el rostro pertenecía
a un donante que se había suicidado horas antes. Hubo
un profundo trabajo de terapia sicológica para que
Dinoire pudiera asimilar la nueva situación de su rostro
y la procedencia del mismo.
Pero luego de la cirugía, las cosas parecen haber
cambiado en la vida de Dinoire. El transplante de boca, nariz
y musculos faciales han ido dando sus resultados con el tiempo
y, por medio de ejercicios de rehabilitación, Dinoire
ha recuperado gran parte de su movilidad facial. Eso no quita
que ahora se presenten otras complicaciones propias de semejante
cirugía: los pacientes deben tomar drogas inmunosupresoras
de por vida para evitar que su cuerpo rechace el transplante,
y ello deviene en secuelas tales como fallas renales, bajas
defensas y alto riesgo de cáncer.
Pero Dinoire no es la única mujer que ha recibido
un transplante de rostro. La bella Connie Culp quedó
completamente desfigurada en el 2004 luego que su marido,
en un ataque de celos, le disparara a quemarropa en el rostro
con una escopeta. Culp perdió un ojo, la nariz, parte
de los pómulos y el paladar. Debido al destrozo de
los huesos, su cara había colapsado por la mitad. Hubo
que hacer 30 cirugías reconstructivas para llegar a
un estado ideal para realizar el transplante, el que tuvo
lugar en el 2008. Culp recibió el 80% del rostro de
una mujer fallecida horas antes.
Si bien el resultado final dista de perfecto, representa
un enorme cambio de vida para la víctima de la desfiguración.
Culp ahora tiene nariz y puede respirar por sus propios medios,
además de olfatear y paladear la comida. Y su condición
ira mejorando a medida que los nervios faciales se reconstruyan
y se asimilen a los de Culp. Pero en el caso de Culp la cirugía
fue mucho más profunda de lo que uno imagina, ya que
debieron cambiar la mitad de los huesos de su rostro. |