Salud y medicina: ¿qué son los ataques de pánico?

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Cuando la angustia pasa el límite de lo permitido, nuestro cerebro se desequilibra y genera señales equivocadas para enfrentar la situación que lo estresa. El ataque de pánico es un mal moderno, es miedo mal entendido generado por el temor exagerado a situaciones que son menos graves y mas manejables de lo que uno piensa.

¿Qué son los ataques de pánico?

Por Alejandro Franco – contáctenos

Se lo considera un mal moderno; después de todo, deriva de una situación de stress extremo. Cuando la opresión – al menos en términos mentales – es extrema, cuando la preocupación deja de ser temporal y se convierte en un fenómeno constante… cuando el alma se angustia mas allá de lo debido, el cerebro se rebela y comienza a emitir señales equivocadas, las cuales se convierten en una tortura permanente si no cuentan con el tratamiento adecuado.

Los ataques de pánico surgen debido a un cuadro de angustia extrema. ¿Las tensiones en el trabajo o en el hogar van en aumento y no le dan un respiro?. ¿Usted se preocupa de manera excesiva por una situación diaria?. El ser humano, cuando no se encuentra relajado y en paz, puede magnificar situaciones que parecen nimias para el resto de sus pares. Es la situación de stress constante la que termina por desbalancearlo.

En respuesta a esa situación de angustia constante – real o imaginaria – el cerebro termina por emitir señales de defensa, provocando una situación de desequilibrio que se le conoce como ataque de pánico. Usted no está loco, sólo tiene los sentimientos desequilibrados y por ello su cuerpo – comandado por su cerebro – se pone a la defensiva.

Imagine que un león ha entrado a su sala de estar. En semejante situación de peligro, el cuerpo dispara previsiones tanto para la defensa como para la huida. Los niveles de adrenalina crecen de manera formidable – lo que acreciénta sus sentidos pero también dispara los latidos de su corazón (hasta el punto de sentir que esta sufriendo un infarto… el cual no es tal ya que la adrenalina magnifica todo y los medidores (pulso, presión) son normales -, los temblores se producen como consecuencia del miedo, el cuerpo suda de manera interminable, los nervios pueden producir ceguera, y el estado de excitación es tal que uno cae en una situación de irrealidad. Es como estar intoxicado con un alucinógeno: las piernas se ven gigantes, el piso parece hundirse, y las personas que estan al lado nuestro parecen estar a kilómetros de distancia.

Todo lo descripto en el párrafo anterior ejemplifica a un ataque de pánico; la única excepción es la presencia del león, pero puede reemplazar a la bestia salvaje por el disparador mental que desee. ¿Temor por la seguridad de su hijo?. ¿Situación de confrontación con su jefe?. ¿Un trabajo pesado que le resulta interminable y por el cual le reclaman su finalización?. ¿Una situación familiar?. ¿Un matrimonio en crisis?. Nombre la causa que quiera; cuando la misma se presenta, nuestro cuerpo entra en la misma situación de tensión que cuando estaba el león en nuestro living.

Los ataques de pánico se combaten desde diversos ángulos: el principal es dar con la situación de stress que lo dispara y resolverla. El exceso de importancia a una situación ordinaria debe ser corregido, y entendido dentro de los parámetros que corresponden. Por otro lado, es necesaria la visita a un siquiatra para que le recete los medicamentos pertinentes (como Clonazepam, Escitalopram… la cantidad de fármacos disponibles es abundante y variada). Hay medicamentos de acción rápida y breve y hay otros de larga duración, que permanecen en nuestro organismo durante varias horas y nos mantienen calmos durante su tiempo de acción – desde ya, la potencia de dichos fármacos provoca diversos efectos secundarios como cansancio y lagunas en la memoria de corto plazo -. El último punto es desarrollar actividades físicas y lúdicas: la producción de endorfinas colabora a evitar las crisis de pánico, además de tener nuestra mente ocupada en otras cosas.

Es importante que lleve un registro de sus ataques: anotar qué situación lo disparó es fundamental para entender la causa de la crisis y atacarla de raíz. ¿Usted llora cuando ve avisos de bebés?. ¿Hay momentos en especial de ciertas películas que le disparan el llanto?. ¿Hay noticias o situaciones cuyo conocimiento le angustia?.

Practique ejercicios de respiración e intente tranquilizarse; los medicamentos son una panacea pero el control definitivo lo tiene usted. Los ataques de pánico son intensos en el estadío inicial del cuadro pero, con el tiempo, reducen su nivel a niveles menores y mas tolerables. Recuerde que los ataques de pánico son situaciones temporales: usted no posee ningún daño nervioso o cerebral, es simplemente que su computadora mental malinterpreta las señales del exterior como posibles ataques a su persona y prepara el cuerpo para afrontar el mismo. Cuando usted salga de la situación de stress – su siquiatra le haga entender que la situación angustiante es menos dramática de lo que piensa; cambie de trabajo, resuelva su situación familiar, o logre alterar el escenario estresante que lo atormenta -, el pánico se irá, ya que sólo es una señal de alarma que enciende nuestro cuerpo ante un exceso de angustia. Relájese, diviértase, tome las cosas mas a la ligera, delegue responsabilidades y, sobre todo, déjese llevar por las situaciones en vez de enfrentarlas.