“Terror a bordo” comienza seria, empieza a crecer en delirio y se transforma en un festival de la comedia rid\u00edcula. No ser\u00e1 nominada al Oscar, pero garantiza 100 minutos de continua diversi\u00f3n.<\/h3>\nPor Alejandro Franco –\u00a0cont\u00e1ctenos<\/a><\/h2>\nSnakes on a Plane (EUA 2005); Int\u00e9rpretes: Samuel L. Jackson, Julianna Margulies, Nathan Phillips, Rachel Blanchard, Flex Alexander, Kenan Thompson, Sunny Mabrey ; dirigidos por David R. Ellis<\/em><\/strong><\/p>\n![\"critica:](\"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-content\/uploads\/2017\/10\/foto-snakes-1.jpg\")
En general, un film de culto suele tener dos or\u00edgenes: estar basado en una novela \/ comic de culto (lo cual no siempre garantiza el \u00e9xito de la pel\u00edcula, si la adaptaci\u00f3n es mala), y ser una gema escondida que suele juntar polvo en la estanter\u00eda de alg\u00fan video club, hasta que un mont\u00f3n de gente la descubre, la adora, comienza a escribir libros y web sites, y desarrolla una enorme campa\u00f1a de publicidad boca a boca. En algunos casos un film de culto es un \u00e9xito comercial, pero por definici\u00f3n, es una obra reverenciada por una minor\u00eda. Los motivos de esta adoraci\u00f3n suelen ser varios: puede que el film sea terriblemente bizarro (pero enormemente divertido), o que contenga una infinidad de formidables ideas – que por un error de marketing, la pel\u00edcula ha sido mal vendida comercialmente -. No interesa si es un film bueno o malo; lo importante es que haya dejado una fuerte impresi\u00f3n en la retina del espectador, y que recuerde de memoria escenas y parlamentos de la pel\u00edcula.<\/p>\n
Ejemplos de cine de culto van desde los films de Batman<\/strong> hasta obras de Ed. Wood Jr. o las pel\u00edculas de Godzila<\/strong>. y espec\u00edficamente sobre los \u00faltimos casos, es usual que los malos filmes tengan potencial de convertirse en obras de culto, por aquello que “es tan malo que resulta divertido”<\/em>. Han habido ejemplos reci\u00e9ntes de intentos de hacer malos films ex profeso<\/em>, como para desarrollar obras de culto “de incubadora”, pero estos experimentos suelen fallar miserablemente. Desde I Woke Up Early the Day I Died <\/strong>(con Billy Zane, basado en un libreto del mism\u00edsimo Ed. Wood) hasta las cintas de Uwe Boll, resultaron en sendos fracasos comerciales (y en conseguir status de culto). Simplemente porque una pel\u00edcula de culto proviene de lo espont\u00e1neo, y en estos casos, la impericia de directores o guionistas debe ser natural y no fingida.<\/p>\n\n
Pero sin duda, Terror a Bordo<\/strong> es un film de incubadora que merece el status de culto. Es un raro experimento en lo bizarro. Para empezar, un grupo de guionistas hizo una apuesta sobre cu\u00e1l podr\u00eda ser el peor libreto que pod\u00edan escribir. El gui\u00f3n ganador – llamado Veneno<\/em> – atrajo la atenci\u00f3n de un productor de Dreamworks<\/strong>. John Heffernan y Sebastian Gutierrez terminaron por expandir la idea, mientras a Samuel L. Jackson se le ofrec\u00eda participar en el film – a esa altura, renombrado como Serpientes en un Avi\u00f3n<\/strong>, t\u00edtulo original en ingl\u00e9s -. Jackson firm\u00f3 contrato sin haber le\u00eddo una l\u00ednea del gui\u00f3n – a\u00fan en desarrollo – y solo conociendo el t\u00edtulo del film. y cuando el rumor se corri\u00f3 en Hollywood – y fundamentalmente en la Web – de que Samuel L. Jackson iba a protagonizar una pel\u00edcula con semejante nombre rid\u00edculo, un mont\u00f3n de fans comenzaron a desarrollar espont\u00e1neamente ideas y parodias sobre lo que podr\u00eda ser el film. Incre\u00edblemente todos estos delirios desarrollados por personas comunes – que ni sab\u00edan lo que ten\u00edan en la cabeza los guionistas – produjeron una suerte de feedback<\/em> natural, donde muchos conceptos terminaron incorporados al libreto definitivo. Como, por ejemplo, que Jackson dijera alg\u00fan descomunal insulto, o que las serpientes terminaran por atacar los genitales de los pasajeros.<\/p>\nLo que termin\u00f3 por redondear la forma del film, llevado al terreno del humor camp<\/em> y tomando al terror en clave de parodia. El argumento es pura rutina: un turista presencia el asesinato de un fiscal por parte de un mafioso, y el FBI lo contacta para que atestig\u00fce en su contra. Est\u00e1n en Hawaii y el proceso se llevar\u00e1 a cabo en Los Angeles, por lo que deciden tomar un avi\u00f3n. El disparate comienza cuando, decidido a acabar con el testigo, el mafioso no tiene mejor idea que incluir un cargo oculto con 400 de las serpientes m\u00e1s venenosas del planeta en la bodega del avi\u00f3n, que termina por liberarse a determinada altura y provocar el horror en toda la tripulaci\u00f3n.<\/p>\n\n
Esto podr\u00eda dar lugar a un tipico producto clase B, de esos films que van directo a video. Pero por el contrario, el director Ellis comienza a tom\u00e1rselo en solfa, en especial cuando el espectador presencia los atroces (y rid\u00edculos) ataques de las serpientes, adem\u00e1s de ver a un mont\u00f3n de personajes tipo – propio de las peliculas Aeropuerto<\/strong>: los reci\u00e9n casados, la estrella de rock, la pareja de ni\u00f1os que viajan solos -, que como buenos caracteres de relleno, empiezan a ser perseguidos, mordidos y corridos por todo el avi\u00f3n, con un enorme n\u00famero de bajas. y lo que podr\u00eda haber sido un mal film de terror, o una mala comedia negra, termina resultando un espect\u00e1culo entretenido en su exageraci\u00f3n, con un ritmo que no para y gracias a la flu\u00edda imaginaci\u00f3n del director, que no baja nunca la intensidad de la acci\u00f3n.<\/p>\nNo es un film demasiado sangriento; hay muchas escenas graciosas atroces, y pura adrenalina. El centro es obviamente Jackson, que repite su festival de clis\u00e9s hasta el paroxismo – que son su marca desde Pulp Fiction<\/strong> -, y un mont\u00f3n de secundarios que son carne de ca\u00f1\u00f3n para las serpientes. Pero aunque no sea un film de calidad, garantiza 100 minutos de puro entretenimiento, y algunas escenas que le dar\u00e1n un justificado status de culto. Es muy divertida, lo cual ya es mucho decir respecto de lo \u00faltimo que nos viene ofreci\u00e9ndo Hollywood en la taquilla.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"critica : Terror a Bordo (Snakes on a Plane) con Samuel L. Jackson<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10124"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10124"}],"version-history":[{"count":0,"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10124\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10124"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
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Simplemente porque una pel\u00edcula de culto proviene de lo espont\u00e1neo, y en estos casos, la impericia de directores o guionistas debe ser natural y no fingida.<\/p>\n \n Pero sin duda, Terror a Bordo<\/strong> es un film de incubadora que merece el status de culto. Es un raro experimento en lo bizarro. Para empezar, un grupo de guionistas hizo una apuesta sobre cu\u00e1l podr\u00eda ser el peor libreto que pod\u00edan escribir. El gui\u00f3n ganador – llamado Veneno<\/em> – atrajo la atenci\u00f3n de un productor de Dreamworks<\/strong>. John Heffernan y Sebastian Gutierrez terminaron por expandir la idea, mientras a Samuel L. Jackson se le ofrec\u00eda participar en el film – a esa altura, renombrado como Serpientes en un Avi\u00f3n<\/strong>, t\u00edtulo original en ingl\u00e9s -. Jackson firm\u00f3 contrato sin haber le\u00eddo una l\u00ednea del gui\u00f3n – a\u00fan en desarrollo – y solo conociendo el t\u00edtulo del film. y cuando el rumor se corri\u00f3 en Hollywood – y fundamentalmente en la Web – de que Samuel L. Jackson iba a protagonizar una pel\u00edcula con semejante nombre rid\u00edculo, un mont\u00f3n de fans comenzaron a desarrollar espont\u00e1neamente ideas y parodias sobre lo que podr\u00eda ser el film. Incre\u00edblemente todos estos delirios desarrollados por personas comunes – que ni sab\u00edan lo que ten\u00edan en la cabeza los guionistas – produjeron una suerte de feedback<\/em> natural, donde muchos conceptos terminaron incorporados al libreto definitivo. Como, por ejemplo, que Jackson dijera alg\u00fan descomunal insulto, o que las serpientes terminaran por atacar los genitales de los pasajeros.<\/p>\n Lo que termin\u00f3 por redondear la forma del film, llevado al terreno del humor camp<\/em> y tomando al terror en clave de parodia. El argumento es pura rutina: un turista presencia el asesinato de un fiscal por parte de un mafioso, y el FBI lo contacta para que atestig\u00fce en su contra. Est\u00e1n en Hawaii y el proceso se llevar\u00e1 a cabo en Los Angeles, por lo que deciden tomar un avi\u00f3n. El disparate comienza cuando, decidido a acabar con el testigo, el mafioso no tiene mejor idea que incluir un cargo oculto con 400 de las serpientes m\u00e1s venenosas del planeta en la bodega del avi\u00f3n, que termina por liberarse a determinada altura y provocar el horror en toda la tripulaci\u00f3n.<\/p>\n \n Esto podr\u00eda dar lugar a un tipico producto clase B, de esos films que van directo a video. Pero por el contrario, el director Ellis comienza a tom\u00e1rselo en solfa, en especial cuando el espectador presencia los atroces (y rid\u00edculos) ataques de las serpientes, adem\u00e1s de ver a un mont\u00f3n de personajes tipo – propio de las peliculas Aeropuerto<\/strong>: los reci\u00e9n casados, la estrella de rock, la pareja de ni\u00f1os que viajan solos -, que como buenos caracteres de relleno, empiezan a ser perseguidos, mordidos y corridos por todo el avi\u00f3n, con un enorme n\u00famero de bajas. y lo que podr\u00eda haber sido un mal film de terror, o una mala comedia negra, termina resultando un espect\u00e1culo entretenido en su exageraci\u00f3n, con un ritmo que no para y gracias a la flu\u00edda imaginaci\u00f3n del director, que no baja nunca la intensidad de la acci\u00f3n.<\/p>\n No es un film demasiado sangriento; hay muchas escenas graciosas atroces, y pura adrenalina. El centro es obviamente Jackson, que repite su festival de clis\u00e9s hasta el paroxismo – que son su marca desde Pulp Fiction<\/strong> -, y un mont\u00f3n de secundarios que son carne de ca\u00f1\u00f3n para las serpientes. Pero aunque no sea un film de calidad, garantiza 100 minutos de puro entretenimiento, y algunas escenas que le dar\u00e1n un justificado status de culto. Es muy divertida, lo cual ya es mucho decir respecto de lo \u00faltimo que nos viene ofreci\u00e9ndo Hollywood en la taquilla.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" critica : Terror a Bordo (Snakes on a Plane) con Samuel L. 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En algunos casos un film de culto es un \u00e9xito comercial, pero por definici\u00f3n, es una obra reverenciada por una minor\u00eda. Los motivos de esta adoraci\u00f3n suelen ser varios: puede que el film sea terriblemente bizarro (pero enormemente divertido), o que contenga una infinidad de formidables ideas – que por un error de marketing, la pel\u00edcula ha sido mal vendida comercialmente -. No interesa si es un film bueno o malo; lo importante es que haya dejado una fuerte impresi\u00f3n en la retina del espectador, y que recuerde de memoria escenas y parlamentos de la pel\u00edcula.<\/p>\n