{"id":10490,"date":"2017-10-25T07:57:34","date_gmt":"2017-10-25T07:57:34","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/informatica-smarttv-ken-brown\/"},"modified":"2020-01-13T14:34:06","modified_gmt":"2020-01-13T17:34:06","slug":"informatica-smarttv-ken-brown","status":"publish","type":"page","link":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/informatica-smarttv-ken-brown\/","title":{"rendered":"Tecnolog\u00eda: an\u00e1lisis televisor Smart TV Ken Brown KB-24-2251 24 pulgadas"},"content":{"rendered":"
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Definitivamente es un buen producto; l\u00e1stima que la parte smart est\u00e1 en pa\u00f1ales y opaca un poco las bondades del apartado TV.<\/strong><\/em><\/p>\n <\/p>\n No soy muy amante de los smart TV<\/em><\/strong>. Creo que poseen una estructura herm\u00e9tica f\u00e1cil de quedar desfasada con el paso del tiempo. A final de cuentas hay servicios pagos (caso t\u00edpico, Netflix<\/strong>) que se optimizan todo el tiempo, cambian de funcionamiento y estructuras… y eso es algo que dif\u00edcilmente se actualice en un smart TV<\/em>. Quiz\u00e1s la gente de JVC<\/strong>, Philips<\/strong>, Sony<\/strong> tenga un departamento dedicado a esto, pero descreo de que las marcas nacionales posean algo parecido. O que el usuario promedio sepa c\u00f3mo actualizar el software nativo de un smart TV.<\/em><\/p>\n El problema, como suele pasar en la industria tecnol\u00f3gica, es la falta de un standard. El uso de software propietario – cada marca tiene el suyo, o ha adaptado sui generis uno ya existente <\/em>– genera incompatibilidades. El hardware que traen es anticuado y el software para hacerlo funcionar es especializado. Desde ya, es un campo propenso para que irrumpa Android<\/strong> con toda su furia y arrase en la industria – Sony<\/em><\/strong> ya ha tomado nota de esto y ha comenzado a ofrecer algunos modelos de sus televisores con el sistema operativo de Google<\/strong> <\/em>-. Por supuesto que es un paso l\u00f3gico: hay una base de software (apps<\/em>, juegos, etc) gigantesca y en constante actualizaci\u00f3n, y no es muy dificil atachar el circuito b\u00e1sico de algo parecido a una tablet a un televisor. Incluso permitir\u00eda conectarle ratones y teclados inal\u00e1mbricos con mayor facilidad, uno conocer\u00eda memoria y capacidad de almacenamiento, y podr\u00eda montar las aplicaciones que se le diera la gana.<\/p>\n En mi casa vengo montando un experimento relacionado precisamente con este tema, implementado desde hace rato y con el cual, hasta ahora, he obtenido resultados satisfactorios. He cancelado una cuenta mensual de $ 600.- <\/strong>de DirecTV <\/strong>– carente de extras; s\u00f3lo dos bocas y una de ellas con servicio HD standard sin plus de programaci\u00f3n ni servicio de grabaci\u00f3n<\/em> -, y lo he reemplazado por una de 9 d\u00f3lares de Netflix<\/strong>. Fant\u00e1stico, veo los programas que yo quiero en HD y a la hora que se me ocurra<\/em>. Para enterarme de c\u00f3mo va el mundo, tengo Televisi\u00f3n Digital Abierta<\/strong> (TDA<\/strong>) y, de manera b\u00e1sica, me informar\u00e9 de los desastres mundiales v\u00eda canal 7<\/strong> (la actualidad nacional ya es otro tema). y si quiero ver Showmatch<\/strong> o Tu Cara Me Suena<\/strong>, El Trece<\/strong> y Telefe<\/strong> ofrecen servicios gratuitos online <\/em>en donde el programa est\u00e1 pregrabado. No los ver\u00e9 en el momento, pero ocurre que \u00e9se nunca ha sido el caso<\/em>.<\/p>\n Ciertamente hay cosas que se pierden en el camino – Canal 9<\/em><\/strong>, America TV<\/strong>, la virtud del zapping <\/em>– pero se compensa con el ahorro de $ 500.- <\/strong>mensuales, lo cual es un disparate. Es el costo de un televisor 32 pulgadas en el lapso de un a\u00f1o, la mitad de una obra social mensual medio pelo, o el 80% de la cuota de la escuela de mi hija. Guau, es mucha plata.<\/strong><\/em><\/p>\n Para implementar ese cambio de estructura he armado diversos combos: no puedo liquidar todos los televisores de la casa y salir a comprar costosos smart TV<\/em> – adem\u00e1s de que no soy partidario de la idea <\/em>-, as\u00ed que hemos armado un set de soluciones: una tablet Noblex T7014AR<\/a> con salida HDMI me provee Netflix<\/strong>, YouTube<\/strong> y pel\u00edculas alta definici\u00f3n provistas por la web en mi living – el \u00fanico problema es cambiar de pel\u00edcula, para lo cual uno debe operar in situ con la pantalla de la tablet<\/em> -; en el televisor del comedor eso se remedia con un box Android TV<\/a>, el cual me provee un control remoto y puedo usarlo de maravilla con un rat\u00f3n Bluetooth<\/strong>. Hasta ahora el combo es funcional, l\u00e1stima que el box<\/strong> – \u00e9ste en especial <\/em>– est\u00e1 armado de manera mediocre: relee memorias cada tanto, salta de vez en cuando algunos fotogramas en las pel\u00edculas de streaming, y tiende a desconocer (cada tanto) los par\u00e1metros prefijados del ecualizador de sonido (nada de esto ocurre con la tablet Noblex<\/strong>, con lo cual uno deduce que son vicios del dispositivo y no problemas con la conexi\u00f3n de internet). Sirve, pero podr\u00eda ser mucho mejor<\/em>.<\/p>\n Me faltaba el televisor del cuarto de mi nena. Hasta ahora ten\u00eda un excelente Hitachi CDH-L24F02<\/strong>, un LCD de 24 pulgadas con resoluci\u00f3n Full HD. La calidad de construcci\u00f3n e imagen del Hitachi<\/strong> eran formidables, l\u00e1stima que era un producto desfasado para su tiempo. Cuando lo adquir\u00ed en el 2011, me vino sin port USB, sin decodificador para Televisi\u00f3n Digital Abierta<\/em> y, lo peor, los ports HDMI no derivaban el sonido a los parlantes externos (algo que s\u00ed hac\u00eda con reproductores de DVD o conexiones de cable), por lo cual deb\u00eda ver pel\u00edculas de alta definici\u00f3n con los pobres altavoces que el Hitachi <\/strong>trae de f\u00e1brica. En la diletante sobre el destino de un televisor tan noble (pero tan corto de opciones), decid\u00ed venderlo y buscar algo mas moderno.<\/p>\n Considerando todo lo que tra\u00eda el Hitachi CDH-L24F02<\/strong> hace 5 a\u00f1os – 4 entradas independientes de audio \/ video; entrada VGA; 2 puertos HDMI; salidas tipo RCA de audio, etc<\/em> -, me sorprend\u00ed al ver lo pobr\u00edsimo en opciones que se ha vuelto el mercado de los televisores de alta definici\u00f3n de 24 pulgadas. Una cualidad casi standard del mercado actual (y con la cual discrepo profundamente) es que carecen de salida de auriculares. Eso significa que no puede escuchar en la soledad de la noche una pel\u00edcula HD al mango<\/em> con unos auriculares conectados o, peor, que no se le pueden conectar unos parlantes externos. Lo otro es que la mayor\u00eda viene corto de conectores RCA, con lo cual se hace imposible atacharle un reproductor de DVD. Algo parecido surge con las entradas VGA, ya que mucha gente busca los televisores 24 para usarlos como monitores de tama\u00f1o premium.<\/p>\n En general el valor de mercado de los televisores de 24 pulgadas oscila entre $ 3.900 y $ 4.300, sea una marca buena o una ignota. y a esto se le suma que pr\u00e1cticamente no existen smart TV<\/em> de 24 pulgadas. Despu\u00e9s de rastrear con ansiedad la web descubr\u00ed que lo \u00fanico que hay disponible es un Tonomac <\/strong>smart<\/em> a $ 4.500.- (el cual no comprar\u00eda nunca), un cuasi extinto monitor – TV LG<\/strong> de 23.6 pulgadas por algo menos de $ 4.000.-, y el Ken Brown<\/strong> del cual nos ocupamos en esta nota.<\/p>\n Considerando precio y prestaciones, el Ken Brown KB-24-2251<\/strong> se ve realmente apetitoso ($ 4.349.-<\/strong>, Ribeiro<\/strong>, valores a Diciembre 2015). Es Full HD (1080), lo cual reluce como oro en un mercado en donde los 24 pulgadas vienen standarizados con resoluci\u00f3n 1360 x 720. Trae el decodificador de Televisi\u00f3n Digital Abierta<\/em> y, como frutilla del postre, es smart TV<\/em>. Ah!. y trae conector para auriculares.<\/p>\n \n Ciertamente Ken Brown<\/strong> entra en la categor\u00eda de marcas nacionales ensambladoras de gen\u00e9ricos chinos. Sin embargo es una de las pocas marcas nacionales en las que he tenido siempre buenas experiencias (la otra es Noblex<\/strong>): ponen mas cuidado que otros en el armado de los productos, seleccionan buenos componentes y, por sobre todo, tienen un precio econ\u00f3mico. Mi suegra ten\u00eda un televisor de tubo flat<\/em> de 21 pulgadas que se ve\u00eda y se escuchaba como los dioses, y despu\u00e9s est\u00e1 mi notebook – una Horizon<\/em><\/a> -, la que quiz\u00e1s no tiene el mejor teclado del mundo (ni el dise\u00f1o mas original del mercado) pero que posee un procesador Intel i3<\/strong> que se banca todo, y que en su momento (agosto 2012) la adquir\u00ed a $ 1.500.- menos que cualquier otra marca conocida con similar procesador. Y en agosto 2012 $ 1.500.- de diferencia era mucha plata.<\/em><\/strong><\/p>\n Lo primero que llama la atenci\u00f3n es que posee una soporte trasero similar al de los portarretratos (en vez de uno o dos patas como la mayor\u00eda de los televisores), lo que lo deja inclinado y hace que la visi\u00f3n sea en \u00e1ngulo como una computadora all in one.<\/em> Mientras que se trata de un detalle novedoso, tambi\u00e9n es cierto que resulta discutible. El primer punto es que la calidad de visi\u00f3n de la pantalla depende del \u00e1ngulo y, al quedar inclinado 10 o 15 grados por debajo de lo normal (o sea, un \u00e1ngulo recto de 90\u00ba), porciones de la pantalla se ven oscuras – como si la misma fuera pasiva <\/em>-. A la distancia, enfrentado al televisor, es un detalle que pasa desapercibido pero de cerca – cuando uno est\u00e1 conectando o cambiando seteos<\/em> – es molesto. El otro punto es la estabilidad: para que quede parado y se vea bien el \u00e1ngulo de la pata respecto del aparato debe quedar tan cerrado (para acercarse a una vertical perfecta) que da la impresi\u00f3n que el televisor carece de buen soporte, especialmente si alguien mueve o golpea accidentalmente la superficie en donde est\u00e1 apoyado. Definitivamente no es el mejor sistema, y es mas fashion<\/em> que eficiente; hubiera preferido un par de patitas tradicionales o un pie ancho, com\u00fan y silvestre.<\/p>\n La est\u00e9tica del smart TV Ken Brown 24<\/strong> es sencillamente deslumbrante. Fondo plateado con reborde de color (en nuestro caso eleg\u00ed rojo pero hay otros disponibles) y adornos negros. El control remoto tambi\u00e9n es satisfactorio: quiz\u00e1s es muy liviano – como el resto del televisor, que apenas pesa 3.6 kg (!)<\/em> – pero es grande y c\u00f3modo. Hechas las conexiones, lo encendimos: la calidad de imagen es sencillamente espectacular<\/strong>. Pero, en cuanto al sonido… <\/em>Los parlantes internos (dos de 5 Watts cada uno) suenan horrendos.<\/em> Yo ya lo tomo como un standard de los televisores HD, algo que s\u00f3lo he visto corregido (y sonando de manera potable) en la l\u00ednea de alta gama de Sony<\/strong>, Philips <\/strong>y JVC<\/strong>. No importa, ya que le ten\u00eda asignado un equipo 2.1 Eurocase<\/a> que suena como los dioses y hace que la experiencia HD resulte completa en imagen y sonido.<\/p>\nPor Alejandro Franco –\u00a0cont\u00e1ctenos<\/a><\/h2>\n