{"id":10760,"date":"2017-10-25T07:56:21","date_gmt":"2017-10-25T07:56:21","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/novela-libro\/"},"modified":"2017-11-16T15:04:34","modified_gmt":"2017-11-16T18:04:34","slug":"novela-libro","status":"publish","type":"page","link":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/novela-libro\/","title":{"rendered":"Novelas y cuentos online: Libro: cu\u00e1ndo volver\u00e9 a ver a mi Mam\u00e1, un cuento de Carlo Sof\u00eda"},"content":{"rendered":"

\n

Volver al Indice –\u00a0Novelas y Cuentos Online<\/a><\/h2>\n

Por Carlo Sof\u00eda<\/h2>\n

Lo dec\u00eda siempre en las charlas con la “bandita” de chicos cuando se juntaban en la calle. Al regresar a su casa y hablar con su padre, tambi\u00e9n expresaba su interrogante. Seguramente para “Libro”, apodo dado a Ezequiel por su contracci\u00f3n a la lectura, a diferencia de los otros chicos esa cuesti\u00f3n personal se transformaba en tema preocupante, un destello \u00edntimo que lo laceraba y se traduc\u00eda en un abismo en relaci\u00f3n con los dem\u00e1s. Su pregunta siempre se reiteraba como una insistencia sin eco: \u00bf”Cu\u00e1ndo volver\u00e9 a ver a mi mam\u00e1”?<\/p>\n

Solamente sab\u00eda que un d\u00eda hac\u00eda mucho tiempo sucedi\u00f3 algo que desconoc\u00eda, e intempestiva y abruptamente sin un por qu\u00e9, la madre desapareci\u00f3 de sus vidas dejando un hondo vac\u00edo que hiri\u00f3 el andar de la existencia familiar. A partir de all\u00ed, solo recordaba que la responsabilidad para con los suyos se convirti\u00f3 en un andar por las calles que lo hizo crecer de golpe, oblig\u00e1ndolo a olvidarse de sus planes personales, en especial los que ten\u00edan que ver con su evoluci\u00f3n dentro del arte y la cultura.<\/p>\n

\n

Tambi\u00e9n, para desdicha suya, este a\u00f1o la crisis econ\u00f3mica del pa\u00eds lo priv\u00f3 de continuar estudiando, y ante esta situaci\u00f3n, sinti\u00f3 manifestarse un conflicto entre el deber y la necesidad. No tuvo opciones.<\/p>\n

Pero el interrogante surg\u00eda a cada instante, en todo momento. Cada d\u00eda, cada ma\u00f1ana, cada noche: “\u00bfCu\u00e1ndo volver\u00e9 a ver a mi mam\u00e1”?<\/p>\n

A pesar de sentirse libre como las estrellas, transitaba incontroladamente por ese camino en el cual su imaginaci\u00f3n se mec\u00eda dej\u00e1ndolo vagar como una hoja de papel o como un globo que flotaba en su universo personal, con pensamientos que rodaban hacia una playa sin olvido cuyo retorno no ten\u00eda contenci\u00f3n. Sus ansias vac\u00edas no pod\u00edan retener el consuelo de la propia voluntad.<\/p>\n

Buscaba, aferr\u00e1ndose e intentando detener el vuelo de sus ideas, pero sin conseguirlo. Iban y volv\u00edan por su mente sin continuidad. Sent\u00eda que invariablemente intentaba hallar un sue\u00f1o de felicidad que siempre se le escapaba de las manos, a\u00fan a costa de la lucha interna que no pod\u00eda gobernar. \u00a1Con qu\u00e9 calor cubr\u00eda sus anhelos abrigando un manto de esperanzas!<\/p>\n

A instancias de la lluvia, esa ma\u00f1ana \u00e9l y todos los chicos de la calle que conformaban la banda salieron. El hambre apretaba y hab\u00eda que buscar el sustento diario. Sus cuatro hermanos peque\u00f1os y su padre impedido confiaban en “Libro”, quien sent\u00eda el deber de protegerlos. El magro subsidio estatal que su progenitor recib\u00eda mensualmente no alcanzaba para nada. En cada jornada entretej\u00eda sus horas con peque\u00f1as changas, o a veces ped\u00eda y recib\u00eda lo que le daban para llevar algo a su casa. Lo impensado pasaba por robos espor\u00e1dicos, los cuales si pod\u00eda evitaba, pues eran una forma de vida que en vez de deleite le produc\u00eda descargas de adrenalina que lo pon\u00edan muy mal an\u00edmicamente. Tampoco la droga nunca fue para \u00e9l un factor de seducci\u00f3n, y con elaborado juicio de autoprotecci\u00f3n, codificaba un programa de alarma personal, mentalizando una barrera contenedora que apuntalaba y garantizaba reducir riesgos. La sola idea de dejar desamparada a su familia, her\u00eda sus fibras m\u00e1s \u00edntimas.<\/p>\n

Otra ma\u00f1ana: Con la modorra a cuestas se levant\u00f3 de la cama apenas caliente, prepar\u00e1ndose como cada vez para salir a buscar la luz del d\u00eda. El fr\u00edo apretaba. Tap\u00f3 a sus hermanos estamp\u00e1ndolos de besos como era su costumbre siempre antes de salir. En esencia, “Libro” edificaba un car\u00e1cter frecuentemente muy cari\u00f1oso. Volvi\u00f3 nuevamente el pensamiento que siempre lo acompa\u00f1aba: \u00bf”Cu\u00e1ndo volver\u00e9 a ver a mi mam\u00e1”? Le pesaron las penas del esp\u00edritu, y aunque estaban unidas con una luz que acompa\u00f1aban las tristezas de su coraz\u00f3n, la reflexi\u00f3n lo oblig\u00f3 a resignarse. De todos modos, dispuesto, sali\u00f3 para ganar la calle, enfrentando la responsabilidad diaria.<\/p>\n

De solo pensar en las caricias de su madre que le faltaban, sent\u00eda un nudo en las entra\u00f1as…<\/p>\n

Generalmente le quitaba espacios de tiempo a sus noches, leyendo e intentando enriquecerse con los libros que a veces robaba en los supermercados o librer\u00edas. Record\u00f3 a “Juan Salvador Gaviota”, “El Principito”, “Ami”, “Di\u00e1logos con Luz”, las poes\u00edas de autores nicole\u00f1os. \u00a1Cu\u00e1nto hab\u00eda aprendido con tantas p\u00e1ginas que desfilaron ante sus ojos formando miles de enso\u00f1aciones que le brotaban del alma…!<\/p>\n

La lectura era un amigo fiel que cantaba melod\u00edas, aquietando, alegrando y rescat\u00e1ndolo de las aflicciones que lo rodeaban. Priorizaba sus aprendizajes de ilustrativos recipientes con detalles que enriquec\u00edan su comportamiento cultural. Hab\u00eda construido, una casa en su imaginaci\u00f3n, llena de libros. En ella se ve\u00eda entre sue\u00f1os, abriendo una puerta que lo trasladaba a un sendero en el cual encontraba un santuario eterno poblado de cultura, mostr\u00e1ndose y abriendo el camino para que sus sue\u00f1os se hicieran realidad. Representaba un pasaporte de fantas\u00edas para el vuelo hacia aquel lugar infinito…<\/p>\n

\n

Aquella tarde la inquietud pobl\u00f3 de gozo su alma cuando con los chicos fueron a la Feria del Libro. D\u00edas antes hab\u00eda observado en muchos lugares los afiches anunciando el evento y su mente dispar\u00f3 secuencias de intenciones buscando la forma para concretar la idea de ir. Dej\u00f3 pasar el tiempo pensando que ya se le ocurrir\u00eda la manera de convencerlos. Entonces, llev\u00f3 a la banda medio como enga\u00f1\u00e1ndolos, ingeniando el modo para arrastrarlos consigo, porque no ve\u00eda la hora de poder observar y sentir la cultura de la ciudad. Con buen lenguaje controlado para no herirlos, intent\u00f3 recomendar que se privaran de hurtar. Todos le ten\u00edan respeto y acataron la solicitud con disciplina. Sol\u00eda ocurrir que a “Libro” lo acomet\u00edan peque\u00f1os chispazos por enmendar lo que estaba mal, y con los chicos, exist\u00edan complicidades y lealtades que se reg\u00edan dentro de esa peque\u00f1a comunidad delictiva. As\u00ed, aunque a ellos les result\u00f3 una aventura m\u00e1s, pues solo se vieron extasiados ante el panorama de color y la diversidad de formas, la sensibilidad de Ezequiel encontr\u00f3 un nuevo despertar en los rincones del coraz\u00f3n y supo y pudo gozar plenamente, captando en la profundidad de su esp\u00edritu toda la belleza cultural de cuanto lo rodeaba. A la noche, lleg\u00f3 a su casa cargando de sue\u00f1os sus espaldas, pero apenado porque regresaba indefectiblemente a una realidad transformada en un encierro que bloqueaba sus ilusiones.<\/p>\n

Hab\u00eda en su tristeza nobleza de autosacrificio… Continuamente, cada vez, el \u00fanico sue\u00f1o falto de contenci\u00f3n, descubriendo ansias y tormentas lo acompa\u00f1aba como una ilusi\u00f3n:<\/p>\n

\u00bf”Cu\u00e1ndo volver\u00e9 a ver a mi mam\u00e1…”?<\/p>\n

Siempre corr\u00eda tras esa luz que deseaba hallar, hacia aquel mundo que tanto anhelaba, y que le permitiera gozar la paz. Con prop\u00f3sitos bien definidos resguardaba su \u00e1nimo sensatamente, inclin\u00e1ndose por no sentirse desestimado por las preocupaciones.<\/p>\n

As\u00ed, en el interior del jard\u00edn de cristal que solo a \u00e9l pertenec\u00eda, una fuente interior palpitaba sin cesar a cada paso de su vida, dibujando una hoguera que no respiraba calma a su autodeterminaci\u00f3n, ni le ofrec\u00eda v\u00ednculos al sonido de las circunstancias que lo rodeaban.<\/p>\n

Sin embargo y a pesar de todo, vislumbraba que a trav\u00e9s de actitudes diferentes pod\u00eda generar cambios en su vida. Nunca lo dudaba y constantemente luchaba por todos aquellos razonamientos que sus sentidos le dictaban. Reconoc\u00eda perfectamente el valor e importancia de los c\u00f3digos \u00e9ticos y morales de la sociedad, y por ello a los chicos de la banda intentaba imponerles una variaci\u00f3n de conducta, principalmente para que aprendieran a ser mejores. En su intenci\u00f3n por adquirir conocimientos, generalmente pon\u00eda en pr\u00e1ctica el viejo principio tibetano de que “El que m\u00e1s escucha, es el que m\u00e1s aprende”.<\/p>\n

Muchas situaciones en la vida de la gente escapaban a su raciocinio, por lo que no las entend\u00eda. No comprend\u00eda por qu\u00e9 se distanciaban tanto las familias, o los disgustos y separaciones que ocurr\u00edan entre padres, hijos y hermanos. Creencias \u00e9stas que peregrinaban lejos de la tolerancia de lo que cre\u00eda deb\u00eda ser una comuni\u00f3n fraternal. No justificaba ninguna raz\u00f3n en desacuerdo con los mensajes del Dios que tanto amaba y confiaba en sus \u00edntimas conversaciones.<\/p>\n

“Volver a ver a mi mam\u00e1…” S\u00ed. Para \u00e9l ser\u00eda como tocar el cielo con las manos…<\/p>\n

Aquella tarde se detuvo en la casa de m\u00fasica al escuchar la melod\u00eda y trat\u00f3 de desmenuzar en sus ideas la semejanza con que se atribuy\u00f3 una comparaci\u00f3n a sus fuentes de vida. Le volaban las fantas\u00edas. Cerr\u00f3 los ojos. Fue como un sue\u00f1o, quiz\u00e1 igual que si se hubiera quedado dormido. La letra de Alberto Cortes lo transport\u00f3 sin querer a una somnolencia sin l\u00edmites. Se sinti\u00f3 tambi\u00e9n un perro, dej\u00e1ndose llevar por lo que dec\u00eda la poes\u00eda:<\/p>\n

“Era callejero por derecho propio, su filosof\u00eda de la libertad, fue ganar las suyas sin atarla a otro, y sobre nosotros no pasar jam\u00e1s. Aunque fue de todos nunca tuvo due\u00f1o, que condicionaran su raz\u00f3n de ser , libre como el viento era nuestro perro, nuestro y en la calle que lo vio nacer. Era un callejero con el sol a cuesta, fiel a su destino y a su parecer, sin tener horario para hacer la siesta, ni rendirle cuentas al amanecer. Era nuestro perro y era la ternura, esa que perdemos cada d\u00eda m\u00e1s, y era una met\u00e1fora de la aventura, que en el diccionario no se puede hallar…”<\/p>\n

Lentamente, dispuso un candado a su imaginaci\u00f3n, trat\u00f3 de regresar a la realidad, e intentando no derramar sus emotivas cargas sobre la canci\u00f3n, consinti\u00f3 po\u00e9ticamente esa brisa de dicha moment\u00e1nea que lo envolvi\u00f3…<\/p>\n

Para \u00e9l no hab\u00eda historias terribles, y a trav\u00e9s de sus pensamientos intentaba no relacionar similitudes con la crudeza que lo rodeaba. Muchas veces buscaba marginarse a trav\u00e9s del silencio, abandonando por conveniencia aquellos per\u00edodos en los que la desesperaci\u00f3n quer\u00eda atacarlo.<\/p>\n

\n

Cuando a solas y en silencio sol\u00eda hablarle a su madre le cuestionaba ciertas cosas que le brotaban de adentro preguntando: “Mam\u00e1…, vos un d\u00eda me pariste, entonces, \u00bfpor qu\u00e9 me abandonaste…?” All\u00ed, reflexivo y dejando de lado la angustia, recordaba los vers\u00edculos de la Biblia. Era un asiduo lector de los evangelios y ya hab\u00eda perdonado a su madre las m\u00e1s de setenta veces siete que predicaba Jes\u00fas a sus disc\u00edpulos en esa par\u00e1bola que tanto recordaba. Hab\u00eda aprendido a orar por las noches antes de acostarse, y utilizaba tambi\u00e9n sus meditaciones como un medio para olvidarse del fr\u00edo. De un antiguo manuscrito oriental se hab\u00eda instruido sobre ciertas disciplinas de respiraci\u00f3n, las que a veces lo ayudaban generosamente para equilibrar mejor la salud cuando el cansancio del traj\u00edn del d\u00eda lastimaba todo su cuerpo.<\/p>\n

En algunas oportunidades en que el vagabundeo con la banda permit\u00edan hacer un descanso, se pon\u00edan a hablar del Sida, un tema que les produc\u00eda mucho miedo y preocupaci\u00f3n. Por eso cuando un d\u00eda uno de los chicos rob\u00f3 varios elementos de librer\u00eda y encontraron entre medio de ellos aquella carpeta con tanto material preventivo sobre la afecci\u00f3n del HIV, amablemente los hizo part\u00edcipes de la cuesti\u00f3n para que supieran c\u00f3mo cuidarse, evitando enfermarse. Le guardaban confianza y todos escucharon atentamente cuando habl\u00f3 que la teor\u00eda dice que el origen proviene de los monos verdes del Africa, se\u00f1alando los elementos del organismo que atacan el virus, la causa y formas de contagio. Result\u00f3 una lecci\u00f3n que dej\u00f3 a todos muy pensativos. Para “Libro”en cambio, qued\u00f3 la satisfacci\u00f3n del deber y servicio hacia esa hermandad participativa con los chicos de la calle.<\/p>\n

Quiz\u00e1 lo presinti\u00f3. Esa noche al regresar, faltando muy poco para llegar a su casa y mirar el cielo como acostumbraba, not\u00f3 que las nubes formaban un concierto de banderas matizado de colores distintos. Le pareci\u00f3 que una percepci\u00f3n desacostumbrada abr\u00eda un canal de alarma en sus instintos.
\nNo fue una noche m\u00e1s. El llanto silencioso acompa\u00f1ando la tristeza en los ojos de su padre delat\u00f3 significativamente el dolor de la noticia. La carta abierta sobre la mesa explicaba los detalles de la muerte de su madre.<\/p>\n

El orden de sus pensamientos se margin\u00f3 del mundo y comprendi\u00f3 que para \u00e9l ya no habr\u00eda un punto de retorno para sus interrogantes. La fortaleza que siempre conquist\u00f3 edificando circunstancias vitales, ahora lo volvi\u00f3 fr\u00e1gil y vulnerable…<\/p>\n

Lo invadi\u00f3 una sensaci\u00f3n de angustia. Por primera vez en su vida, se sinti\u00f3 inmensamente desprotegido.<\/p>\n

Desolado e inundado de pena, “Libro”comprendi\u00f3 que su sue\u00f1o se hab\u00eda desvanecido, y ya nunca m\u00e1s volver\u00eda a ver a su mam\u00e1…<\/p>\n

CARLO SOFIA<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Cuando Volver\u00e9 a ver mi Mam\u00e1 (LIBRO) , un cuento de Carlo Sof\u00eda<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10760"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10760"}],"version-history":[{"count":0,"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10760\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10760"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}