Volver al Indice –\u00a0Notas sobre Salud y Medicina<\/a><\/h2>\nNo existen ni\u00f1os malos; s\u00f3lo existen chicos que canalizan mal su frustraci\u00f3n y enojo, lo cual proviene de su entorno y de su historia personal. Aqu\u00ed le damos una serie de sugerencias para revertir la polaridad de semejantes situaciones, datos que provienen de la pr\u00e1ctica mas que de la fr\u00eda teor\u00eda de los especialistas.<\/strong><\/em><\/p>\n![\"Qu\u00e9](\"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-content\/uploads\/2017\/10\/foto-chicos-problemas-conducta.jpg\")
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\n- El ni\u00f1o era incontrolable; una m\u00e1quina de pegar y desobedecer, un aut\u00e9ntico dolor de cabeza; sin embargo, hab\u00eda momentos en que entraba en etapas de tranquilidad y docilidad, lo cual desconcertaba a los adultos que lo ten\u00edan a su cargo;<\/li>\n<\/ul>\n
\n- Ella era una chica adorable e inquieta; pero no hab\u00eda manera de hacerla sentar en clase o, siquiera, que prestara m\u00ednimamente atenci\u00f3n a lo que expon\u00edan sus maestros. Sent\u00eda que el recreo era la verdadera causa de existir de la escuela e incluso, cuando se le intentaba explicar el tema, se volv\u00eda tan agresiva que terminaba por descargar violentamente su frustraci\u00f3n con sus ocasionales compa\u00f1eros de juego.<\/li>\n<\/ul>\n
\n- El chico era bizco, y sus compa\u00f1eros se burlaban de su apariencia. Su conducta comenz\u00f3 a alternarse entre la represi\u00f3n, la frustraci\u00f3n y el arranque furioso contra aquellos que lo molestaban.<\/li>\n<\/ul>\n
Cuando los chicos reaccionan con violencia, es porque existe algo que los molesta. <\/strong>Son muy pocos los casos en donde los individuos son violentos todo el tiempo – lo cual responder\u00eda a un desorden psicol\u00f3gico serio y digno de tratamiento por parte de especialistas<\/em> -, y lo mas probable es que su conducta responda a una sensaci\u00f3n de incomodidad y\/o frustraci\u00f3n con su entorno. Los ni\u00f1os no son malos de por s\u00ed; s\u00f3lo act\u00faan de acuerdo a su desbalance interno.<\/strong><\/p>\n\n
\u00bfY qu\u00e9 es lo que provoca semejante desbalance?.<\/em> All\u00ed es donde entran nuestras habilidades de observaci\u00f3n como padres. El primer paso para realizar un an\u00e1lisis exitoso es ponernos en una situaci\u00f3n objetiva y llegar a considerar nuestro papel como parte integrante del problema. Si el chico tiene momentos de tranquilidad y, en otros contextos se comporta de manera desobediente o agresiva, hay que fijarse qu\u00e9 es lo que diferencia un escenario de otro y, fundamentalmente, cu\u00e1l es la actitud de las personas participantes en dichos escenarios.<\/p>\nLos ni\u00f1os no poseen la capacidad de enfrentar a sus padres y reclamarles lo que a ellos les molesta de nuestras actitudes paternales – esa situaci\u00f3n de enfrentamiento reci\u00e9n aparece en la adolescencia<\/em> -. Cuando son chicos, su manera de descarga es agredir a sus compa\u00f1eros o, si est\u00e1n fuera de casa – y lejos de la esfera de sus padres<\/em> -, chocar con los adultos que lo supervisan. Los maestros suelen ser los primeros receptores de semejante frustraci\u00f3n; son adultos limitados por las reglas de la escuela – algo que intuyen los chicos, y por lo cual carecen del poder absoluto de represi\u00f3n de los padres<\/em> -, raz\u00f3n por la cual son objeto del enojo de los ni\u00f1os o, bien, de su desobediencia.<\/p>\n\u00bfPor qu\u00e9 no todos los chicos se comportan igual?<\/em>. La raz\u00f3n es la estabilidad familiar; un entorno de cari\u00f1o, paciencia, di\u00e1logo y comprensi\u00f3n hace que el chico asimile reglas, l\u00edmites y asuma los castigos \/ reprimendas si comete errores de importancia. Pero, cuando no hay dicha estabilidad, la culpa propia nunca es asumida, el castigo se considera un acto de injusticia, y la consecuencia obvia es el descargo de esa bronca en un tercero. y cuando las cosas de disparan, se entra en un circulo vicioso con desobediencia creciente, mayor cantidad de castigos… y una espiral de mala conducta, dentro y fuera de casa.<\/p>\nSi uno analiza al chico y su entorno de manera desapasionada, debe poder encontrar el causante de su enojo. \u00bfD\u00f3nde est\u00e1 la inestabilidad que lo afecta?. \u00bfExiste alguna situaci\u00f3n fuera de lo corriente que lo desequilibra?.<\/em> El factor m\u00e1s evidente suele ser su situaci\u00f3n familiar: chicos adoptados o hijos de padres divorciados; familias en donde uno de los padres es violento o alcoh\u00f3lico; familias que se encuentran en crisis por problemas laborales o econ\u00f3micos.<\/p>\nHay muchas recetas a aplicar para intentar remediar los problemas del contexto familiar (y su repercusi\u00f3n en los chicos):<\/p>\n
\n- los chicos no son responsables de las crisis familiares (divorcio, desempleo, etc), raz\u00f3n por la cual uno no debe descargar su frustraci\u00f3n personal con ellos<\/strong> (o culparlos siquiera de manera indirecta de lo que est\u00e1 ocurriendo);<\/li>\n<\/ul>\n
\n- en el caso de chicos adoptados o hijos de padres separados, hacerles entender que el modelo de familia normal (dos padres bajo el mismo techo, uno o mas hijos biol\u00f3gicos) no es \u00fanico, y que ellos – por vivir una situaci\u00f3n distinta<\/em> – no son menos que los dem\u00e1s;<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n
\n- el incremento de presi\u00f3n \/ reprimendas s\u00f3lo produce una espiral de violencia; uno debe diferenciar entre travesuras y maldades, siendo firme y comprensivo con las primeras (explicando por qu\u00e9 est\u00e1 mal, o el castigo que puede haber en caso de repetici\u00f3n de dicha conducta), y charlando extensamente en el caso de las segundas, tomando nota para una eventual consulta al sic\u00f3logo.<\/strong> Uno entiende por “maldades” las agresiones que son espont\u00e1neas e injustificadas: no hablamos de que el chico le peg\u00f3 a alguien porque \u00e9ste no le dejo participar de su juego (lo que entrar\u00eda dentro de la categor\u00eda de frustraci\u00f3n), sino de la agresi\u00f3n f\u00edsica gratuita a un tercero que era espectador, o del destrozo de sus propios juguetes en un d\u00eda en que no hubo reprimenda alguna. Esos arranques de violencia salidos de la nada y ejecutados contra personas \/ objetos que no le han hecho nada deben encender la se\u00f1al de alarma en los padres para solicitar la pertinente ayuda profesional.<\/li>\n<\/ul>\n
\n- una charla desapasionada con nuestros hijos – en la cual salimos del rol de padres y nos ponemos a su altura<\/em> – puede ser sumamente ilustrativa acerca de sus inquietudes; resaltar que, adem\u00e1s de padres, somos sus amigos, y darle un entorno de libertad para que ellos puedan expresar lo que le molesta de nosotros (sin importar lo errado que sea su an\u00e1lisis, el tema es encontrar sus cortocircuitos de percepci\u00f3n)<\/strong>; lo que sigue es una charla explicativa que sirva para hacerle entender que su visi\u00f3n est\u00e1 equivocada o, quiz\u00e1s, atender sus reclamos en el caso que sean efectivos y que nosotros precisemos graduar nuestra manera de atender las crisis \/ explicar las reglas con nuestros hijos;<\/li>\n<\/ul>\n
\n- existen problemas que suelen ser invisibles, y que uno debe sondear extensamente para descubrirlos; suele ser el caso de “vac\u00edos” en el entramado de los valores morales. Invente una situaci\u00f3n – ej. un ladr\u00f3n roba un auto<\/em> – y p\u00eddale a su hijo que le explique el por qu\u00e9 est\u00e1 mal.<\/strong> Muchas veces hay valores morales mal aprendidos, o hay creencias err\u00f3neas radicadas con firmeza en la mente de nuestros ni\u00f1os.<\/em> Piense que, durante los primeros a\u00f1os de su vida, los chicos operan de acuerdo a los l\u00edmites que nosotros les imponemos, con lo cual lo que est\u00e1 bien y lo que est\u00e1 mal se encuentra depositado en algo externo a su persona – nuestra presencia como padres <\/em>-. La educaci\u00f3n de valores morales – y la correcci\u00f3n de los mismos en el caso de ser err\u00f3neos<\/em> – apuntan a que razone el por qu\u00e9 de las acciones y de los l\u00edmites, y que genere una conducta de auto control. Ello apunta a que el chico descubra en el momento que ha metido la pata – e intente enmendarlo<\/em> -, y no que lo descubra horas despu\u00e9s cuando vea nuestra cara de enojados al llegar a casa. F\u00e1bulas, cuentos moralizantes, la Biblia… existen muchas lecturas que sirven para que los ni\u00f1os formen valores morales y los asuman como propios y rectores de su propia conducta.<\/li>\n<\/ul>\n
\n- uno debe ser equilibrado en cuanto a castigos y reprimendas; si son cada vez mas fuertes – a causa de la frecuencia e intensidad de la conducta problem\u00e1tica del ni\u00f1o<\/em> -, no s\u00f3lo no obtendremos resultados sino que elevaremos el nivel de represi\u00f3n hasta extremos incontrolables e imposibles de equiparar.<\/strong> Si la respuesta natural de un padre es el cachetazo (ante cualquier burrada que haya cometido el ni\u00f1o), \u00bfqu\u00e9 herramientas de control le quedan a los maestros para controlar a sus alumnos problem\u00e1ticos, los cuales s\u00f3lo conocen la violencia como forma de marcar l\u00edmites?<\/em>. El valor del reto verbal se desvirt\u00faa y la violencia se transforma en el \u00fanico lenguaje educativo.<\/strong> No s\u00f3lo la violencia denigra y lastima de maneras invisibles, profundas y potencialmente mas peligrosas, sino que termina por perder su efecto shockeante con el correr del tiempo, y el ni\u00f1o lo asume como una manera mas de expresi\u00f3n natural de los seres humanos.<\/em><\/li>\n<\/ul>\n
\n- uno debe corregir mediante la charla, la explicaci\u00f3n de por qu\u00e9 un determinado acto estuvo mal, y – sobre todo<\/em> – la estimulaci\u00f3n de conductas positivas.<\/strong> Es mucho mas importante festejar las cosas que el chico ha hecho bien, que ensalsarse en lo que hizo mal (lo cual merece un reto civilizado y la explicaci\u00f3n de por qu\u00e9 estuvo equivocado). Los premios, los abrazos, las palabras de est\u00edmulo a las buenas conductas deben ser constantes (si no, caeremos en una l\u00ednea de pensamiento en donde el chico creer\u00e1 que la \u00fanica atenci\u00f3n que obtiene de nosotros es la represi\u00f3n por sus errores). Es desequilibrar la balanza con una avalancha de est\u00edmulos positivos, en donde quitamos nuestra carga represiva y la cambiamos por una inmensamente positiva.<\/strong> En esa situaci\u00f3n el chico se encuentra con una nueva versi\u00f3n de sus padres y, especialmente, descubre una nueva serie de objetivos que le apetece alcanzar.<\/em> Como alguien dijo una vez, “no hay nada peor que una mente ociosa” y, al darle metas por las cuales esforzarse, le estamos dando un sentido a su conducta. La compra de un juguete, el pasar una tarde en la plaza, el regalarle unas horas de exclusividad para jugar con ellos son premios altamente deseables – de intimidad y cari\u00f1o entre padres e hijos<\/em> – por los cuales los chicos pondr\u00e1n lo mejor de s\u00ed para alcanzarlos.<\/li>\n<\/ul>\n
\n- uno debe entender la naturaleza de nuestros chicos y actuar en consecuencia. Si un chico es agresivo, precisa paz; si un ni\u00f1o es t\u00edmido o reprimido, precisa desinhibirse.<\/strong> En lo personal, yo no creo en la teor\u00eda de que un chico violento necesite una actividad intensa para descargarse – practicar artes marciales o jugar al f\u00fatbol durante horas<\/em> -; por el contrario, una mente inquieta precisa descubrir el sabor del sosiego mediante una actividad mucho mas pac\u00edfica. Sea yoga, dibujo, sesiones de Reiki, el armado de rompecabezas, el uso de juegos de construcci\u00f3n… son actividades que sirven para bajar decibeles y, especialmente, encontrar un punto de equilibrio interno. Por el contrario, en los chicos demasiado aplacados – cuya inmovilidad suele generarle problemas de integraci\u00f3n, como es el caso de los t\u00edmidos <\/em>– es necesario “incendiarlos” involucr\u00e1ndolos en actividades que le planteen un desaf\u00edo: an\u00f3telo en clases de canto o teatro, o en una escuela de payasos. El enfrentar a sus miedos puede ser tomado como un reto, y su victoria a edad temprana puede curar por anticipado males que podr\u00edan perseguirlo por el resto de sus d\u00edas.<\/li>\n<\/ul>\n
Quien suscribe estos dichos no es un especialista; es simplemente una persona que ha observado y analizado, y que ha decidido poner en pr\u00e1ctica un mix de recetas obtenidas a partir de la experiencia, el consejo de especialistas, y lo obtenido por la lectura de m\u00faltiples art\u00edculos existentes en Internet sobre el tema. En todo caso es una serie de consejos surgidos desde la pr\u00e1ctica, los cuales me han terminado por dar resultado… y los cuales he querido compartir a partir de esta modesta columna editorial.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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