Por otro lado – y como fruto de errores de la educaci\u00f3n de sus propios padres – muchos padres de hoy padecen de personalidades inestables o d\u00e9biles que no encuentran como imponerse a sus hijos<\/strong>. Existen factores de sobra para llegar a dos conclusiones: gran parte de la generaci\u00f3n actual de padres est\u00e1 da\u00f1ada por errores de educaci\u00f3n de la generaci\u00f3n anterior; y toda la generaci\u00f3n actual de padres tampoco sabe c\u00f3mo combinar autoridad y justicia para una educaci\u00f3n adecuada de sus propios hijos.<\/p>\n\n
Estas carencias y defectos en nuestra propia educaci\u00f3n, sumados a la evoluci\u00f3n de los entornos sociales en los cuales se desenvuelven nuestros hijos – que interact\u00faan con ellos, les transmiten muchas veces valores no deseados, y determinan un factor de maduraci\u00f3n e independencia temprana -, provocan que las generaciones actuales de padres e hijos entren en conflicto de manera inevitable. Perdido el equilibrio, la autoridad de los padres se debilita y los hijos terminan por imponerse a sus progenitores. Es necesario encontrar el balance para que el proceso de educaci\u00f3n de ni\u00f1os y adolescentes regrese a sus carriles normales.<\/p>\n
El primer factor a tener en cuenta es que la autoridad no implica una imposici\u00f3n necia.<\/strong> Los mundos poblados de reglas inexplicables pueden ser entendidos como imposiciones arbitrarias, e invitan a quebrarlas. Todo el tema, en realidad, se circunscribe a temas sociol\u00f3gicos como el del liderazgo con inteligencia<\/strong>. Usted precisa imponer l\u00edmites, pero los mismos deben ser explicados – demostrarles a nuestros hijos que toda decisi\u00f3n tiene un razonamiento previo y justificado, sin que ello implique que los padres est\u00e9n pidiendo el consentimiento de los hijos sobre tal decisi\u00f3n<\/strong> -. Los padres poseen un cargo de autoridad de hecho, pero su jefatura debe estar provista de los atributos que determinen su capacidad para liderar. Los padres gobiernan, no por una cuesti\u00f3n de edad o progenie, sino por sabidur\u00eda y capacidad de mando.<\/p>\nEl segundo factor es evitar el consentimiento. <\/strong>El choque de personalidades entre padres e hijos es, muchas veces – quiz\u00e1s demasiadas -, dejada de lado por una cuesti\u00f3n del propio bienestar del momento. En cuestiones dif\u00edciles, muchos padres hacen la vista gorda; y una vez detectada la grieta, es dif\u00edcil de que los hijos no se aprovechen de ella<\/strong>. El trabajo de ser padre es constante, transmitiendo valores todo el tiempo, pero a su vez evitando de que los hijos tomen por asalto a la autoridad paterna. Esto no implica mantener una situaci\u00f3n de necedad y negaci\u00f3n – refutando todo tipo de actitud de nuestros hijos que contradiga nuestros deseos -. Para establecer liderazgo con inteligencia y reconocimiento, es necesario saber escuchar y medir el peso de los alegatos en contra de nuestras decisiones<\/strong>. Los padres son seres humanos y, por lo tanto, falibles. Reconocer que hayan tomado una mala decisi\u00f3n no implica perder autoridad sino que, por el contrario, fortalece su liderazgo ya que se trata de una jefatura basada en la inteligencia<\/strong>. Pero cuando las reglas se han dictado con objetividad y justicia, es necesario tener el control y la fortaleza para mantenerlas y hacerlas respetar. Si usted, por la comodidad de evitar la confrontaci\u00f3n, ha decidido obviar un error o una actitud incorrecta de sus hijos, ha abierto una puerta que puede dar lugar a graves dolores de cabeza en el futuro.<\/p>\n\n
El tercer factor es el amor de padres. <\/strong>Los hijos deben sentir que sus padres los quieren y que, por lo tanto, los cuidan y desean lo mejor para ellos. De este modo no s\u00f3lo la autoridad paterna es reconocida, sino que los sentimientos de los padres son tenidos en cuenta cuando nuestros hijos toman decisiones que no est\u00e1n contempladas en las reglas de convivencia.<\/p>\nEl cuarto factor es comprender que limitar no significa perder el amor de los hijos. <\/strong>Consentir caprichos es algo habitual en quienes tienen la falsa creencia que as\u00ed ganan el amor de sus chicos. Usted no puede sentirse mal por imponer una decisi\u00f3n que provoque llanto o distanciamiento, si la misma est\u00e1 plenamente justificada. Aqu\u00ed usted debe razonar con sus hijos y hacerles entender el motivo de dicha decisi\u00f3n. <\/strong>Usted no est\u00e1 castigando a nadie, ni est\u00e1 rebajando su autoridad. Pero si su decisi\u00f3n – que provoc\u00f3 la confrontaci\u00f3n – no es explicada, queda vista como una necedad y provoca el alejamiento. Sepa decir No, sepa justificar y, sobre todo, sepa acercar distancias.<\/strong> Usted debe comprender, de una vez por todas, de que los ni\u00f1os no tienen la obligaci\u00f3n de ser felices todo el tiempo, que usted no es un showman dedicado a divertir a sus hijos, y que toda la familia no gira en torno a los chicos. Cada persona dentro del n\u00facleo familiar tiene deberes y derechos, existen autoridades que deben ser respetadas, y todos tienen responsabilidades. Los padres deben pasar tiempo de calidad con sus hijos, ense\u00f1\u00e1ndoles lo que es la vida y haci\u00e9ndoles aceptar de que no todo se puede conseguir. Imponga l\u00edmites claros y explicados, y no l\u00edmites punitivos. Poner a los chicos en contacto con la frustraci\u00f3n es de importancia fundamental; no todo se puede conseguir ahora mismo.<\/strong> Si usted expresa su autoridad con decisi\u00f3n, inteligencia y amor, estar\u00e1 consiguiendo el equilibrio que sus hijos precisan que le transmita.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"\u00bfComo poner limites a los hijos?. El problema de la autoridad de los padres frente a sus hijos, y como establecer un liderazgo con inteligencia<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10888"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10888"}],"version-history":[{"count":0,"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/10888\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10888"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}