{"id":14643,"date":"2018-09-03T09:06:17","date_gmt":"2018-09-03T12:06:17","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/?page_id=14643"},"modified":"2018-12-21T22:29:42","modified_gmt":"2018-12-22T01:29:42","slug":"historias-acerca-exilio","status":"publish","type":"page","link":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/historias-acerca-exilio\/","title":{"rendered":"Historias de vida: acerca del exilio"},"content":{"rendered":"

\n

Volver al Indice –\u00a0Historias de Vida<\/a><\/h2>\n

Abandonar tu patria o tu ciudad de origen para ir a otras tierras en busca de un mejor estilo de vida entra\u00f1a un duelo y un proceso de adaptaci\u00f3n que no todos logran superar. No s\u00f3lo se trata de aceptar la p\u00e9rdida y los cambios, sino de echar ra\u00edces en la nueva tierra, formar familia y amigos y encontrar tu lugar en el mundo, \u00e9se donde encuentres cosas que te hagan sentir c\u00f3modo como en tu propio hogar.<\/strong><\/em><\/p>\n

\"Historias<\/p>\n

Por Alejandro Franco –\u00a0cont\u00e1ctenos<\/a><\/h2>\n

Conozco muy pocas personas que no son inmigrantes.<\/em> Inmigrante no es solo aquel que ha dejado su pa\u00eds, sino tambi\u00e9n comprende al que ha dejado a su pueblo, su ciudad o su provincia y se ha ido a un lugar lejos, extra\u00f1o, desconocido en busca de un trabajo, un sue\u00f1o o un mejor estilo de vida. Uno no migra porque quiere sino porque no le queda otra<\/strong>; en donde viv\u00edamos el dinero no alcanza, hab\u00eda perturbaciones pol\u00edticas o econ\u00f3micas, o directamente se nos viene encima la guerra. Abandonamos nuestras ra\u00edces, nuestros recuerdos, partiendo a una tierra extra\u00f1a donde no conocemos a nadie y en donde esperamos reconstruir nuestra vida.<\/p>\n

Vivir en el exilio es una de las cosas mas dolorosas que existe. Como no somos locales corremos el riesgo de ser discriminados. Las costumbres locales son diferentes a las nuestras. El ritmo de vida es otro y, cuando se trata de las grandes ciudades, es perturbador: un hormiguero de gente en todos lados, ruido todo el tiempo… y aislamiento<\/em>. Puedes pasar a\u00f1os sin conocer a los vecinos que viven en tu mismo piso. La gente es indiferente y vive en su mundo, y puedes salir disfrazado y con el pelo te\u00f1ido de rosa que los transe\u00fantes apenas te dirigir\u00e1n una mirada de curiosidad.<\/p>\n

\n

Yo vengo de la tercera generaci\u00f3n de inmigrantes. Mi bisabuelo viaj\u00f3 de Espa\u00f1a a Uruguay a principios del siglo XX, form\u00f3 familia y tuvo hijos; despu\u00e9s mi t\u00edo decidi\u00f3 probar suerte en Argentina y hacia all\u00ed partimos todos en 1985; y 17 a\u00f1os mas tarde yo decid\u00ed salir de Buenos Aires e irme a una ciudad del interior, alej\u00e1ndome del caos de la crisis del 2001 y buscando una segunda oportunidad en San Nicol\u00e1s de los Arroyos, la tierra de Mar\u00eda.<\/p>\n

Si cada exilio es una decisi\u00f3n forzada, nos corresponde a nosotros el proceso de aceptarla e integrarnos a nuestra nueva patria. Pero el proceso duele porque dejas atr\u00e1s las cosas que mas quieres – amigos, lugares con historia, recuerdos, costumbre<\/em>s – para ir a un territorio alien\u00edgena donde la cultura es otra, donde el ritmo de vida es abrumador, donde la soledad es aterradora. No hay lugar en el mundo en donde est\u00e9s mas solo que en las grandes ciudades.<\/strong><\/p>\n

Pero primero debes ver por qu\u00e9 te has ido.<\/em> En mi caso, me fui de Uruguay porque viv\u00edamos mal, com\u00edamos con lo justo, no ten\u00edamos cobertura m\u00e9dica, salir al cine o a comer afuera era un lujo, y uno usaba ropa que iba quedando de otros familiares. Siempre recuerdo que cuando llegu\u00e9 a la Argentina me empach\u00e9 atiborr\u00e1ndome de yogures y gaseosas porque eran cosas que no pod\u00eda comprar en Uruguay. Entonces llega un punto en que te preguntas: si tu Madre Patria te ama, \u00bfpor qu\u00e9 te ha hecho la vida miserable a tal punto de tener que abandonarla?<\/em>. Eso no implica autom\u00e1ticamente que uno ame la nueva patria adoptiva, pero baja la barrera de los resentimientos. Ahora, con las necesidades cubiertas, es hora de ser feliz. Porque mejores ropas, salidas a doquier, viajes y golosinas a granel no te hacen autom\u00e1ticamente feliz: te puede hacer sentir mas desgraciado si no tienes con qui\u00e9n compartirlo.<\/em><\/p>\n

\n

El paso siguiente en el proceso de digerir el exilio es la necesidad de echar ra\u00edces.<\/strong> Uno no puede vivir en una burbuja pensando que \u00e9sta es una situaci\u00f3n pasajera y que el regreso a la Madre Patria estar\u00e1 disponible, tarde o temprano, en mejores condiciones. Es hora de integrarse, de casarse, de tener hijos.<\/em> y cuando los tienes y no has conseguido ser feliz en la nueva tierra, entonces debes asumir el sacrificio, de que te quedar\u00e1s porque esta tierra le plantea un futuro a\u00fan mejor a tu progenie. Es matar nuestro ego\u00edsmo de la idea del regreso constante y pensar en el bienestar de aquellos a quienes le hemos dado vida y por quienes nos preocupamos.<\/p>\n

Mi madre dec\u00eda que la patria est\u00e1 donde est\u00e1 el trabajo<\/strong>. Pero tambi\u00e9n es cierto que no todas las ciudades son para cualquiera. Si la locura estresante y el ego\u00edsmo generalizado de Buenos Aires me agobiaron, entonces el destino me present\u00f3 la oportunidad de irme a vivir a una ciudad del interior, huyendo del caos de Diciembre 2001 cuando el pa\u00eds estaba en llamas. Porque all\u00ed encontr\u00e9 esposa y form\u00e9 familia, y porque encontr\u00e9 otra clase de gente – la cultura del vecino, el saludo del conocido por la calle, la gente solidaria y educada, la amabilidad y los buenos modales<\/em> – que yo tanto extra\u00f1aba de Uruguay. y porque San Nicol\u00e1s se parece mucho a Piri\u00e1polis, un balneario uruguayo que me gustaba mucho, con dos calles centrales llenas de negocios y carteles, y una hermosa rambla junto al r\u00edo Paran\u00e1. Al f\u00edn hab\u00eda encontrado mi lugar en Argentina, hab\u00eda encontrado mi gente y habia encontrado la felicidad. No dejo de amar a mi Uruguay natal, pero ya no lo extra\u00f1o, simplemente porque encontr\u00e9 mi lugar en el mundo.<\/em> y si tu has migrado a otro pa\u00eds y te sientes infeliz, te sugiero que lo recorras y veas otras ciudades y otras personas: ya encontrar\u00e1s un pueblo o una ciudad con la cual te identificar\u00e1s, te sentir\u00e1s a gusto y ver\u00e1s que vale la pena el sacrificio de intentar echar ra\u00edces all\u00ed, simplemente porque nosotros buscamos las cosas que nos resultan conocidas o parecidas para sentirnos c\u00f3modos, perder el miedo y lanzarnos a la aventura de vivir en una tierra que ya no nos parece tan extra\u00f1a.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Divorcio: carta de un hijo a su madre. Los divorcios dejan heridas y sobrevivientes, y la unica cura es el amor y la comprension de lo que realmente ha pasado.<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/14643"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=14643"}],"version-history":[{"count":0,"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/14643\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/datacraft2023\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=14643"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}