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Christopher Nolan aprovecha el cheque en blanco que le han dado los grandes estudios para incursionar en terrenos nunca antes vistos en el género de los superhéroes. Un filme inteligente y oscuro, que marca el final de una trilogía que ha dejado una marca indeleble en la historia del cine.
Por Alejandro Franco – contáctenos
Batman, El Caballero de la Noche Asciende (The Dark Knight Rises (2012) Christian Bale, Michael Caine, Morgan Freeman, Gary Oldman, Tom Hardy, Anne Hathaway, Marion Cotillard, José ph Gordon-Levitt, dirigidos por Christopher Nolan.
Para la mayoría de las franquicias de superhéroes, la tercera película suele ser una trampa. Le pasó al primer Batman – parido por Tim Burton, desastrosamente retomado por Joel Schumacher – que pronto cayó en el escarnio. Ocurrió otro tanto con los Superman que protagonizara Christopher Reeve, los cuales terminaron en el fondo del precipicio. La misma suerte corrió Sam Raimi con Spiderman 3, en donde el director perdió toda su magia por el camino. Sin embargo las cosas son bastante con Batman, el Caballero de la Noche Asciende, el tercer y último capítulo de la trilogía de Christopher Nolan. El director ha decidido descartarse a sí mismo para una cuarta entrega y, en vista de ello, ha decidido concluir la historia. y cuando me refiero a concluir, significa hablar de los últimos días de un superhéroe. Es un extraño evento, cuyo único antecedente podría ser la fallida X-Men 3. Es algo tan inesperado que uno podría decir que Nolan se ha aventurado en territorio virgen.
Es posible que nunca haya otros filmes de superhéroes tan oscuros como los generados por Nolan. Aquí hay mucho más que un simple espectáculo pochoclero: son filmes ricos en subtextos, situaciones de suspenso y retorcida sicología que pueden pelear tranquilamente por un lugar en los Oscars. Ahora el género se enfrenta con el dilema de ser maduros y oscuros como los filmes de Batman de Nolan, o decantarse por la parafernalia pasatista de Los Vengadores. Cualquier cosa que quede en el medio se verá simplemente obsoleta.
Batman, el Caballero de la Noche Asciende es la más larga, oscura y ambiciosa de las tres películas pergeñadas por Nolan. Es posible que el director intente acaparar demasiado – con lo cual el ritmo no es parejo, y a veces hay demasiada exposición y muy poco Batman – pero eso no significa que sea una obra fallida. Aquí el artesano ha decidido condimentar las cosas, metiéndose en terrenos nuevos. Por ejemplo, cuando Batman hace su entrada en escena, no se asemeja en nada al personaje que todos recordábamos. Es una sombra de su pasado, y un individuo recargado de amargura. ¿Quizás la oscuridad haya ganado la batalla interna que libraba con la moral?
La historia comienza 8 años después de la conclusión de Batman, El Caballero de la Noche, en donde el encapotado pasó a las sombras con tal de dejar sin mancillar el prestigio (y legado) de Harvey Dent. Ahora Bruce Wayne se ha convertido en un recluso en su mansión, un individuo lisiado y moralmente quebrado cuyo único contacto con el mundo es su mayordomo Alfred. Para colmo lo persigue el recuerdo de Rachel, el amor de su niñez que terminara siendo asesinada en un atentado del Joker. Las cosas se condimentan cuando entra en escena Bane, un mercenario que solía pertenecer a la Liga de las Sombras que regenteaba Ra’s Al Ghul en el primer filme. Bane viene a Ciudad Gótica a provocar el caos, una actividad en la cual es experto; pero lo suyo no es la actitud de un idealista, sino que persigue motivos mucho más profundos y secretos. Sólo Batman puede detenerlo… pero el encapotado ya no es lo que era. Ahora precisa rearmarse y para ello recluta aliados: está el viejo ingeniero Lucius Fox, quien lo espera con una caterva de maravillosos gadgets. Luego está el ayudante del comisionado Gordon, John Blake, el que parece ser otro policía honesto. Por último está la impensada ayuda de una ladrona de alto nivel, Selina Kyle. Ciertamente la unión no hace la fuerza y Bane termina siendo un rival formidable para todos, amén de que hay alguna que otra traición en el medio que termina por empañar las cosas.
Este Batman es mucho más heroico, mas fallido y mas conflictuado que en alguno de los filmes anteriores. Se ha transformado en un personaje shakespeareano, rebosante de tragedia y, cuando logra resolver sus dilemas, logra recuperar el brillo heroico que estábamos esperando. Todo esto culmina con un shock, un final ambiguo al estilo de Inception… de esos que a uno le queda comiéndole la cabeza durante semanas.
El cast, como es habitual, es excelente. Por supuesto, estaban los riesgos de comparar forzosamente a la tercera entrega con Batman, el Caballero de la Noche. El Bane de Tom Hardy es un villano muy diferente al Joker de Heath Ledger. Es brillante pero no sádico, brutal si es necesario. El resto se luce en sus roles secundarios, en donde los veteranos como Michael Caine y Gary Oldman componen a versiones mucho más oscuras de sus personajes en vista de las nuevas circunstancias que le tocan en suerte.
Terminada la saga de Batman, Nolan puede moverse a otros proyectos en donde explayarse. Para él, todo lo que quería decir sobre los superhéroes ya está dicho. Es muy posible que Batman, el Caballero de la Noche sea la mejor de su trilogía, pero el tercer capítulo es el más osado e intenso. Ok, tiene sus fallas, pero posee una carga emocional incomparable, e invita a regresar y re-verla para destilar lo que se nos pudo haber escapado en una primera visión. Como sea, Batman, el Caballero de la Noche Asciende eleva la trilogía del encapotado a lo más alto del género de los superhéroes, tomando un sitial del cual nunca podrá ser destronado.