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Estilo sobre substancia. Si bien el diseño hace anticipar que se trata de un auricular hecho con esmero y calidad, los resultados finales terminan por ser tremendamente decepcionantes.
Por Alejandro Franco – contáctenos
¿Qué es lo primero que uno piensa cuando decimos TDK?. Obviamente en medios de almacenamiento – primero los famosos cassettes de audio, luego los de video y, en estos tiempos, CDs y DVDs vírgenes -. Todavía recuerdo la novelería al obtener mi primer walkman y disfrutar del compilado casero hecho con grabaciones de radio, los cuales registraba en un cassette TDK. Por muchisimo tiempo fue la marca mas popular (al menos en estos pagos) en medios de grabación de audio y video. Todavía me persigue la imagen de los cassettes trabados por tanto uso, los cuales debíamos aflojar insertando una birome en una de las rueditas y rebobinando manualmente el aparatito como si fuera una matraca de carnaval. Eran las épocas en donde la tecnología aún era artesanal y las fallas estaban a la orden del día.
Resulta curioso descubrir que TDK ha expandido sus limites y ha incursionado en otros terrenos como, por ejemplo, la producción de auriculares. Quizás lo haya hecho desde siempre, pero en estos lares dicha gama de dispositivos resulta desconocido y recién ahora los estamos viendo en cuentagotas. La sorpresa fue toparme con una caja de auriculares de inserción manufacturados por TDK y rubricados por Dr. Dre – el cual se especializa en producir (supuestos) dispositivos de audio de élite -. Lo bizarro era el precio: $ 70.- (valores a Junio 2015, Simon Says). Algo así como encontrar un coche compacto fabricado por Rolls Royce y refrendado por Ferrari a un precio menor a u$s 10.000. Contradictorio, ¿no?.
No hay demasiado material en la web – mucho menos de los TDK TD-91 adquiridos – pero, por lo poco que pude ver, al parecer TDK y Dr. Dre poseen un acuerdo comercial por lo cual los japoneses lanzan versiones budget de algunos modelos de la marca de élite norteamericana… o, al menos, imitaciones de dispositivos conocidos pero con el guiño oficial. Algo así como lo que ocurre (o no) con el Chevrolet Sparks y el Chery QQ, los cuales son coches compactos estéticamente idénticos… salvo que, lo que tienen bajo el capó, es diferente y la versión china cuesta mucho menos.
Los TDK TD-91 son realmente difíciles de encontrar en la web; ello habla de un producto escaso, vendido a pocos mercados y con marketing casi nulo. La presentación es prolija, colorinche y cuidada, haciendo menciones a la gran calidad del dispositivo y sus excelentes superbajos, un detalle que de por sí ya atrae mi atención. Viene en variedad de colores y, aunque el plástico del aparato dice Dr. Dre, no hay ninguna mención oficial en la caja.
Si es por diseño, los TDK TD-91 son un golazo de media cancha. No son genéricos en lo mas mínimo, sino que parecen diseñados a conciencia. El cable es plano – algo que habiamos visto en los Philips Shibuya Citiscape, y una ocurrencia que debería estar mucho mas extendida en la industria – lo cual le impide enredarse y la da mayor robustez. El plug de 3.5 mm es reforzado y posee una gran terminación, y lo mismo ocurre con los conectores a las bocinas. Los cobertores de los drivers son algo blanditos de mas pero resistentes y, como detalle curioso, carecen de indicadores de derecha / izquierda. Parece una tontería pero es un dato importante, ya que cambiar de lugar las bocinas (tal como ocurre con los parlantes) puede alterar sensiblemente la experiencia de audio.
Los TDK TD-91 son manos libres, para lo cual poseen un micrófono / botón alojado en el primer tercio del cable. Es un aparato bastante voluminoso (3.5 cm) en comparación con otros manos libres, pero al menos el botón para atender es grande y, coloreado de rojo, lo cual lo hace fácilmente visible y operable.
Mientras que la primera impresión es muy buena, el horror llega a la hora de testearlos. Son espantosos en todo sentido de la palabra. Se escuchan bajos y tapados, y la calidad de sonido es realmente muy pobre. Mientras que la aislación acústica es muy buena, al momento de escucharlos se sienten como una radio encerrada en una caja de cartón. Yo suelo ser un defensor de causas perdidas y agoto recursos para encontrar un punto de calibración en donde los dispositivos suenen potables, pero los TDK TD-91 son irremediablemente malos. Los dichosos superbajos que reza la caja no existen – el auricular tiende a saturarse con los graves – y uno debe anularlos en el ecualizador; debe graduar en valores negativos el rango de frecuencias medias para obtener algo de nitidez, y mandar al máximo los agudos para entender algo. Quizás uno le está pidiendo demasiado a un auricular manos libres – a final de cuentas, su fin principal es contestar el teléfono, no hacernos disfrutar una versión pristina de la novena de Beethoven -, pero el rendimiento es demasiado corto. Con mucha regulación del ecualizador podríamos decir que los TD-91 son buenos para escuchar voces – los dialogos de las películas suenan limpios -, pero son totalmente inadecuados para música y películas. Es como si hubieran puesto bocinas mediocres en el cuerpo de un auricular de élite; algo así como tener una Ferrari con motor de Fiat 600.
Imposible recomendar algo que no tiene remedio. Considerando que en ese rango las diferencias de precios se basan en uno o dos billetes extra, le aconsejaría buscar un manos libres de cualquier otra marca. Definitivamente los TDK TD-91 atraen las miradas, lástima que su contenido dista mucho de ser mínimamente potable.
Caracteristicas técnicas de los auriculares TDK TD-91
- Auriculares urbanos de inserción
- Manos libres: si
- Impedancia: 16 ohms
- Sensibilidad: 116 dB/mW +/- 3 dB
- Drivers de 10 mm
- Frecuencia de respuesta: 20 Hz – 20000 Hz
- Cable: 1.5 metros
- Ficha miniplug de 3.5 mm
Precio: U$s 6.- (o $ 70.-, valores a junio 2015)