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De un tiempo a esta parte se pusieron de moda los auriculares fashion: de diseño moderno y colores sicodélicos, cada vez es más frecuente ver a la gente usándolos en la calle. En esta ocasión vemos uno de sus modelos típicos, el Sony MDR-ZX300, el cual demuestra que importa más la estética que las prestaciones.
Por Alejandro Franco – contáctenos
Les soy honesto: hace un par de años compré unos auriculares Panasonic RP-HT21, y nunca me cansé de usarlos. Son unos auriculares modestos y baratos con forma de auriculares, no de vincha espacial diseñada en Marte. El cable es doble, tienen esponjita, y su mayor extravagancia es ser plateados y tener los audífonos con forma ovoide. Aún se consiguen por ahí (al módico precio de $ 58.-, febrero 2014, Musimundo), y tienen un sonido impecable.
En realidad la gran virtud de los Panasonic RP-HT21 es que vienen con el sistema XBS, el cual les permite un manejo de bajos realmente impresionante para ser un par de auriculares económicos. Mientras que los agudos son claros y cristalinos, los bajos retumban de manera decente y, en general, toda la experiencia es más que buena. La macana de los RP-HT21 es que no tienen forma de potenciar la salida de audio, lo cual no constituye un problema si se los usa con un televisor o una computadora, pero sí es un dato importante con un reproductor de MP3 o un smartphone – ya que quedan restringidos a la potencia de salida del aparato portátil, la cual nunca es mucha -. El otro inconveniente para usarlos como auriculares de viaje es que no logran filtrar los sonidos externos; ciertamente en la calle el ruido de los motores de los autos supera su performance con frecuencia y, en un ambiente controlado como el interior de un ómnibus de larga distancia – en donde lo habitual es escuchar el zumbido del aire acondicionado ya que el resto está bastante aislado acústicamente – no termina por camuflar los ruidos ambientales. Son muy buenos pero les falta potencia.
Mientras contemplaba las limitaciones de los RP-HT21 comencé a notar que la moda del momento es usar auriculares de diseño modernoso y colores sicodélicos, los cuales no son tan grandes como los auriculares tradicionales tipo DJ, pero tampoco tan chicos como el RP-HT21. Ya que cada vez se ve más gente usándolos, no pasó mucho tiempo antes que me diera la pica de adquirir un juego, considerando de que debían tener notables avances tecnológicos respecto del básico pero confiable modelito de Panasonic.
No tuve que hacer un estudio de mercado para darme cuenta de que los Sony eran los más extendidos, en especial los blancos (que es el modelo MDR-ZX100, el de entrada al nicho). Luego, el rubro se divide en dos: los génericos chinos tipo Noganet (Dios me libre y me guarde…), One For All, y otras marcas desconocidas; y el rubro de especialistas, que arrancan de $ 200.- para arriba (y pueden llegar hasta cerca de los $ 1.000.-), nutrido con ejemplares de Sony, Pioneer, Maxell, Phillips, etc. Curiosamente de todos estos últimos el que tenía menor presencia era Panasonic: fuera por falta de variedad, lo cierto es que ofrecían los ya mencionados RP-HT21, otros mucho más voluminosos que se veían como los papás del RP-HT21 (y que, al tener cable de 4 metros, ya entran en la categoría de auriculares hogareños como para conectar a un equipo de audio o una TV), y unos juegos medianos forrados en símil cuero de diversos colores, los cuales palidecían frente a los modelos de otras marcas. Honestamente creo que debían ser técnicamente espectaculares, pero estéticamente no entusiasmaban a nadie.
Abocado a los auriculares colorinches diseñados específicamente para la calle – esto es, con cables reforzados de 1.20 metros, cosa de que uno no se enrede con ellos y resistan algún que otro tirón medianamente fuerte -, decidí adquirir los Sony MDR-ZX300, los cuales son ligeramente superiores en prestaciones a los populares MDR-ZX100 y parecen haber sido diseñados para los DJ – esto es, sus bocinas tienen imanes de neodimio, lo que les daría un sonido más potente y cristalino, y tienen la particularidad de girar 90 grados sobre su eje, por si uno quiere escuchar uno solo de los audífonos para refinar la mezcla de audio en un ecualizador -. Estéticamente son idénticos a los MDR-ZX100, sólo que vienen en colores metalizados, y poseen características técnicas algo más potentes.
Honestamente, no entiendo nada de auriculares. Cuando uno busca parlantes, se fija en la potencia RMS pero, en el caso de los auriculares – al ser dispositivos pasivos que canalizan el audio emitido por un aparato -, uno sólo puede fijarse en una parrafada de parámetros técnicos que, matemáticamente, pueden indicar que una marca o modelo es superior a otro – la única data de valía que capture de Internet indica que uno debe fijarse en la cantidad de Ohms de impedancia; más bajo el número indica que el auricular tiene más potencia para realzar el volumen de la fuente de sonido que lo alimenta, algo esencial si lo va a conectar a dispositivos móviles que no tienen mucha fuerza de salida de audio -. Respecto del MDR-ZX100, los MDR-ZX300 tienen algo más de sensibilidad (102 dB), y un rango de frecuencia de 10 – 24.000 Hz, aparte del dichoso imán de neodimio. La caja reza que posee brinda una experiencia superior en bajos… lo cual termina siendo una frase más marketinera que real.
Sin ser un ingeniero de audio, les diré concretamente que los Sony MDR-ZX300 son mucho más desnatados de lo que uno esperaba. El diseño es lindo y la estética notable, pero la vincha es incómoda de portar – forman una U demasiado abierta, pensada para apretar los auriculares contra las orejas y producir un aislamiento acústico con sus almohadillas forradas; pero, por más que se regule, las orejas o la parte superior de la cabeza terminan resentidas al cabo de una hora debido a la presión ejercida por el dispositivo -, y la calidad de sonido no es precisamente cristalina. Los agudos están ok y los bajos son pasables; y si uno quiere mejorar la calidad del sonido, hay que meter bastante mano en el ecualizador del reproductor de turno (los cuales existen en numerosas aplicaciones multimedia y/o en el seteo de placas de audio de pcs y notebooks… pero en los dispositivos portátiles a lo sumo uno se topa con una gama limitada de pre-seteos cuya configuración no siempre es satisfactoria). Por contra, una de las virtudes del MDR-ZX300 es que es robusto y puede soportar un volumen tremendamente alto sin distorsionar el sonido. Nunca se saturan, lo cual es de agradecer.
Desde ya, la experiencia auditiva cambia mucho si los auriculares van conectados a un dispositivo con mucha potencia de salida (como una notebook, un televisor o un equipo de audio), o si los enchufa a un reproductor portátil o un celular. Conectado a una computadora – y ajustando los seteos de graves y agudos – la performance es buena y el aislamiento acústico es notable. Con la música clásica se desempeñan a la perfección, pero resulta pasable con música moderno (saturada de ritmos y bajos, sea un hit de Madonna o un tema de Gangsta Rap), ya que llega con lo justo. Igual tocando seteos se mejora la experiencia acústica. Por su parte, con películas y juegos va bien hasta que llegan las explosiones, en donde su performance es adecuada pero queda debajo de los sensacionales bajos que daba el Panasonic RP-HT21, lo cual es un detalle más inquietante que curioso.
Conectado a un dispositivo portátil, las cosas cambian bastante. Las características del MDR-ZX300 brindan un sonido mucho más potente que si fuera un auricular común – los uso con un Samsung Galaxy y Pro; mientras que antes (con los Panasonic) tenía que usar el volumen al máximo para poder tapar el ruido ambiental; con los Sony uno puede ponerlo al 75% y tiene margen de sobra para aumentar -. Ya sea por sensibilidad o rango de frecuencia, lo cierto es que los mismos temas y videos se escuchan mucho más fuerte en el Sony que en el Panasonic, y el aislamiento acústico es muy superior. Como auriculares callejeros son muy buenos, dando los bajos con lo justo. Son livianos, fáciles de guardar, y el cable grueso, reforzado y con el largo justo resulta cómodo de llevar.
Sinceramente, los Sony MDR-ZX300 son algo superiores al promedio, pero no estoy seguro si realmente valen su precio ($ 299.-, Musimundo a febrero 2014). No es que sean malos (en absoluto!) pero, si tuviera la ocasión de alterar el pasado, me abocaría a buscar un auricular grande Panasonic con XBS antes que volver a adquirir este mismo modelo. Quizás los modelos de Panasonic no sean tan elegantes o llamativos – parecen quedados en la era en que aparecieron los Discman! -, pero la experiencia de audio es superior; y si alguno de ellos supera la potencia de salida del MDR-ZX300 (y poseen un aislamiento acústico similar), sin dudas terminaría por adquirirlos en vez de este ejemplar de Sony, el cual tiene prestaciones adecuadas a un precio quizás algo excesivo.
Caracteristicas técnicas de los auriculares Sony MDR-ZX300
- Tipo de audífono: Cerrados / dinámicos
- Estilo de uso: Supra aural
- Especialidad: DJ
- Unidad de diafragma: 30mm, tipo domo
- Frecuencia: 10-24,000Hz
- Capacidad de manejo de potencia: 1000mW
- Sensibilidad con la unidad encendida: 102dB/mW
- Impedancia: 24 O a 1 kHz (con la alimentación activada)
- Tipo de imán: Neodimio
- Tipo de cable: Cable tipo y de 1,2m
- Conector: Mini estéreo en forma de L bañado en oro
- Colores disponibles: Negro / Rojo / Blanco / Azul
- Peso: 120g (sin el cable)
Precio: U$s 29.- (o $ 299.-, valores a febrero 2014)