Música y letras de canciones: letra traducida de The Carpet Crawlers de Genesis

Volver al Indice – Música y Letras de Canciones / Por Alejandro Franco – contáctenos

Corría el año 1974 y la banda británica Genesis no estaba pasando por el momento más tranquilo de su carrera. Los aires de estrella de su vocalista Peter Gabriel generaban un clima de guerra interno, en donde Gabriel entraba y salía de la banda persiguiendo proyectos personales pero obligando al resto a esperar sus tiempos. En ese año la banda se había encaminado en la generación de una ópera rock, The Lamb Lies Down on Broadway, creada a insistencia de Gabriel y basada en sus visiones oníricas. Pero, a su vez, la esposa de Gabriel venía con un embarazo complicado, lo que obligaba al vocalista a faltar a las sesiones creativas del grupo. Todo esto motivaron retrasos, broncas y un clima hostil que culminarían con la partida de Gabriel en 1976.

La premisa de The Lamb Lies Down on Broadway era la de ilustrar un sicodélico descenso a los infiernos por parte del protagonista, un inmigrante portorriqueño, quien debe rescatar a su hermano de las garras del demonio. La canción cúlmine de la obra se llama The Carpet Crawlers (los que se arrastran en la alfombra), y trata sobre una visión onírica en donde el protagonista se despierta en una sala gigante llena de gente que está reptando por una alfombra interminable. La única manera de salir es a través de una simbólica puerta roja.

Letra en inglés de The Carpet Crawlers

There is lambswool under my naked feet.
The wool is soft and warm,
– gives off some kind of heat.
A salamander scurries into flame to be destroyed.
Imaginary creatures are trapped in birth on celluloid.
The fleas cling to the golden fleece,
Hoping they’ll find peace.
Each thought and gesture are caught in celluloid.
There’s no hiding in my memory.
There’s no room to avoid.

The walls are painted in red ochre and are marked by strange insignia, some looking like a bulls-eye, others of birds and boats. Further down the corridor, he can see some people; all kneeling. With broken sighs and murmurs they struggle, in their slow motion to move towards a wooden door at the end. Having seen only the inanimate bodies in the Grand Parade of Lifeless Packaging, Rael rushes to talk to them.

The crawlers cover the floor in the red ochre corridor.
For my second sight of people, they’ve more lifeblood than before.
They’re moving in time to a heavy wooden door,
Where the needle’s eye is winking, closing in on the poor.
The carpet crawlers heed their callers:
“We’ve got to get in to get out
We’ve got to get in to get out
We’ve got to get in to get out.”

“What’s going on?” he cries to a muttering monk, who conceals a yawn and replies “It’s a long time yet before the dawn.” A sphinx-like crawler calls his name saying “Don’t ask him, the monk is drunk. Each one of us is trying to reach the top of the stairs, a way out will await us there.” Not asking how he can move freely, our hero goes boldly through the door. Behind a table loaded with food, is a spiral staircase going up into the ceiling.

There’s only one direction in the faces that I see;
It’s upward to the ceiling, where the chamber’s said to be.
Like the forest fight for sunlight, that takes root in every tree.
They are pulled up by the magnet, believing they’re free.
The carpet crawlers heed their callers:
“We’ve got to get in to get out
We’ve got to get in to get out
We’ve got to get in to get out.”

Mild mannered supermen are held in kryptonite,
And the wise and foolish virgins giggle with their bodies glowing
bright.
Through THE door a harvest feast is lit by candlelight;
It’s the bottom of a staircase that spirals out of sight.
The carpet crawlers heed their callers:
“We’ve got to get in to get out
We’ve got to get in to get out
We’ve got to get in to get out.”

The porcelain mannikin with shattered skin fears attack.
The eager pack lift up their pitchers – they carry all they lack.
The liquid has congealed, which has seeped out through the crack,
And the tickler takes his stickleback.
The carpet crawlers heed their callers:
“We’ve got to get in to get out
We’ve got to get in to get out
We’ve got to get in to get out.”

Letra en español de The Carpet Crawlers

Hay lana de cordero bajo mis pies desnudos.
La lana es suave y tibia
da algún tipo de calor.
Una salamandra se lanza a las llamas para ser destruida.
Criaturas imaginarias nacen atrapadas en el celuloide.
Las pulgas se aferran al vellocino de oro
esperando encontrar paz.
Cada pensamiento, cada gesto queda atrapado en el celuloide.
No hay escondite en mi memoria.
No hay lugar donde esconderse.

Las paredes están pintadas de rojo ocre y tienen extrañas insignias; algunas lucen como ojos de buey, otras como pájaros y botes. Más abajo en el pasillo, él puede ver a algunas personas; todas de rodillas. Entre suspiros entrecortados y murmullos ellos pelean, en cámara lenta, para moverse hacia la puerta de madera al final. Habiendo visto los cuerpos inanimados del Gran Desfile de los Envases sin Vida, Rael corre para hablar con ellos.

Los que se arrastran cubren el piso en el corredor rojo ocre.
Viendo por segunda vez a estas personas, ahora parecen más animadas que antes.
Se mueven hacia una pesada puerta de madera
donde el ojo de la aguja está guiñando, cerrándose sobre los pobres.
Los que se arrastran por la alfombra escuchan a quienes los llaman:
“Tenemos que entrar para salir”
Tenemos que entrar para salir
Tenemos que entrar para salir”.

“¿Qué está pasando?”, le grita a un monje susurrante, el que bosteza y responde, “Aún falta mucho tiempo para el amanecer.” Una esfinge llama su nombre diciendo “No le preguntes, el monje está borracho. Cada uno de nosotros está tratando de llegar a la cima de las escaleras, una salida nos espera allí.” Sin preguntar cómo él puede moverse con libertad, nuestro héroe se lanza valientemente a través de la puerta. Detrás de una mesa llena de comida, hay una escalera de caracol que llega hasta el techo.

Sólo hay una dirección en los rostros que veo;
Miran hacia el techo, hacia donde dicen que está la cámara.
Así como la lucha del bosque por la luz del sol, la que echa raíces en cada árbol.
Ellos son empujados por su magnetismo, creyendo que son libres.
Los que se arrastran por la alfombra escuchan a quienes los llaman:
“Tenemos que entrar para salir”
Tenemos que entrar para salir
Tenemos que entrar para salir”.

Superhombres de suaves modales están atrapados en la kryptonita,
y las vírgenes sagaces y tontas ríen con sus cuerpos brillando.
A través de la puerta, un festín es iluminado por la luz de las velas;
Es la parte inferior de una escalera cuya espiral se escapa a la vista.
Los que se arrastran por la alfombra escuchan a quienes los llaman:
“Tenemos que entrar para salir”
Tenemos que entrar para salir
Tenemos que entrar para salir”.

El maniquí de piel de porcelana rajada teme atacar.
El paquete levanta sus jarras – y se llevan todo lo que les hace falta.
El líquido se ha congelado, filtrándose a través de la grieta
Y el diario toma su espina.
Los que se arrastran por la alfombra escuchan a quienes los llaman:
“Tenemos que entrar para salir”
Tenemos que entrar para salir
Tenemos que entrar para salir”.

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