Volver al Indice – Notas sobre Salud y Medicina
La eyaculación precoz es la disfunción más frecuente en los hombres; se estima que la padecen 4 de cada 10 varones menores de 50 años.
Según la Asociación Americana de Siquiatría la característica esencial de la eyaculación precoz consiste en la aparición de un orgasmo y eyaculación persistente antes, durante o poco tiempo después de la penetración, y antes que la persona lo desee.
En esencia se la define como la falta de control voluntario sobre el reflejo eyaculatorio. Los pacientes que se animan a consultar por este trastorno – que son mucho menos de lo que uno se imagina, debido al pudor sobre el tema – se quejan, precisamente, de la ausencia de ese control voluntario y de que el reflejo eyaculatorio se dispara entre los 30 y 60 segundos de intentar la penetración vaginal (el tiempo promedio, según la estadística, es de 5 minutos y medio). En otras palabras no es la rapidez sino la ausencia de control voluntario sobre la eyacución, lo que termina por definir a esta disfunción.
El trastorno genera en el hombre vergüenza y angustia, y lo llevan a evitar las relaciones sexuales. La sexualidad se transforma en una fuente de preocupación y temor por no ser eficiente, en un círculo vicioso que aumenta el disparo del reflejo eyaculatorio.
En algunos hombres las consecuencias de la eyaculación precoz se extienden más allá de la cama y repercuten en las relaciones personales, volviéndolos tímidos, inseguros y retraídos. Es frecuente que eviten iniciar una relación sexual o de pareja para que no vuelva a pasarles lo mismo.
Una de las razones más comunes de la eyaculación precoz es el mal aprendizaje sexual, en especial en una persona ansiosa o perfeccionista. De ahí la necesidad de un tratamiento sexológico o terapéutico.
En la actualidad, además, se han descubierto alteraciones químicas cerebrales vinculadas a esta disfunción. Como se comprende fácilmente, para la industria farmacológica esto implica un rico filón a explotar, si se logra disponer de medicamentos que ayuden a paliar el problema. Algo similar a lo que ocurrió con el sildenafil para el tratamiento de la disfunción eréctil.
Esto ha impulsado innumerables investigaciones para detectar alteraciones orgánicas. Por ejemplo, en Holanda se detectó la importancia del gen 5-HTTLPR, responsable de regular la acción de la serotonina a nivel cerebral. Del gen mencionado existen 3 variantes: el LL, el SL y el SS. La investigación demostró que los hombres en donde predomina el LL eyaculan dos veces más rápido que en los casos de SL y SS. Como fruto de lo mencionado, ya existe una nueva droga – la dapoxetina, cuya venta ha sido aprobada en varios países europeos -, que actúa aumentando la cantidad de serotonina en los centros nerviosos que controlan la eyaculación y, por lo tanto, la retardan. La FDA (el organismo que regula el uso de medicamentos en los Estados Unidos) aún no ha autorizado su venta al público en dicho país, lo que no quita que pueda hacerlo con el correr del tiempo.
Entonces, como conclusión, podemos afirmar que existen tratamientos y vias para solucionar el problema de la eyaculación precoz. Pero lo indispensable para resolverlo es dar el primer paso, acudiendo al médico de confianza como para que lo guíe sobre las alternativas que existen para tratarlo.