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Es larga, muy larga… pero la última hora no tiene desperdicio, y es un espectáculo pochoclero de aquellos.
Por Alejandro Franco – contáctenos
Aunque representan una de las franquicias de acción/suspenso más entretenidas actualmente activas, las películas de Misión: Imposible al estilo de James Bond se han ido alargando, y eso no es necesariamente un desarrollo positivo. Ya sabes lo que dicen sobre demasiado de algo bueno… Dead Reckoning Parte Uno, la séptima entrega, dura casi 2 horas y tres cuartos, y es solo la primera mitad del capítulo final. Si no fuera por los aspectos del espectáculo en la pantalla grande, todo este esfuerzo podría haberse lanzado como una serie de streaming de seis partes; ese es el tiempo que durará una vez que la Parte Dos esté disponible. (La fecha tentativa es junio 2024).
Vuelve como director Christopher McQuarrie, el que se uniera al quinto M:I , Rogue Nation de 2015 . Con esa película, trajo una sensación de orden y consistencia a una franquicia plagada de entregas dispersas temáticamente desde 1996, cuando Brian DePalma reinició la serie de televisión de espionaje de los años 60 y 70 . McQuarrie regresó en 2018 para Fallout y ahora está de vuelta para dirigir el juego de dos partes. El enfoque de McQuarrie para M:I ha sido firme: combinar elementos narrativos tradicionales de espías/suspenso con escenas de acción de alto octanaje. Para Dead Reckoning Parte Uno , los primeros se han simplificado un poco, mientras que se ha duplicado en el segundo.
Aunque todavía depende en gran medida del trabajo de acrobacias y los efectos especiales tradicionales, Dead Reckoning incluye bastante CGI en el menú. Sin embargo, todavía hay un tiro de gracia con las disparatadas acrobacias de Tom Cruise (en este caso, una motocicleta que salta de una montaña con un final de paracaídas) y varias secuencias elaboradas que evitan que la gran carpa de la película se derrumbe. Estos incluyen una persecución en automóvil (con Cruise y su coprotagonista Haley Attwell esposados juntos en un pequeño Fiat 500) y una secuencia que involucra un tren fuera de control que se estrella y que haría morir de envidia a la mejor película de Indiana Jones.
Dead Reckoning trae de vuelta a Henry Czerny como el mandamás de la CIA / IMF Henry Kittridge, jefe del protagonista Ethan Hunt (Cruise). Los fanáticos de M:I con una larga memoria lo reconocerán ya que su última aparición fue en la película debut de 1996. Lo han traído de regreso para reemplazar a Alec Baldwin, cuyo personaje salió de escena en Fallout . El MacGuffin de turno es una clave de dos partes que proporciona al titular el control sobre la Inteligencia Artificial más desarrollada del mundo: una entidad tan avanzada que ha adquirido conciencia propia y está comenzando a hacer cosas similares a Skynet. Esto es lo mas cercano al territorio de ciencia ficción que cualquiera de las películas de Misión: Imposible se han aventurado. En cualquier caso, la misión de Ethan, si decide aceptarla, es encontrar las dos piezas de la llave y devolvérselas a Kittridge para que Estados Unidos esté en una posición privilegiada una vez que se haya determinado la ubicación de la entidad. (Sabemos por el prólogo que está en un submarino ruso destruido en el fondo del océano bajo una capa de hielo).
Ethan hace su rutina habitual de trotamundos, se encuentra con algunos viejos amigos y enemigos que regresan. Estos incluyen a los viejos amigos Luther (Ving Rhames, el único actor además de Cruise que ha aparecido en las siete películas de M: I ) y Benji (Simon Pegg), el cuasi-interés amoroso y agente rebelde del MI6 Ilsa Faust (Rebecca Ferguson), y la amoral Viuda Blanca (Vanessa Kirby) y su secuaz, Zola (Frederick Schmidt). Los recién llegados incluyen al molesto agente Jasper Briggs (Shea Whigham), la ladrona experta Grace (Hayley Atwell), el villano principal Gabriel (Esai Morales) y su secuaz, Paris (Pom Klementieff). Gabriel no solo tiene una conexión con la entidad, sino que comparte un pasado sangriento con Ethan.
Al referirse abiertamente a sí mismo como la primera parte, Dead Reckoning no oculta el hecho de que no cuenta una historia completa. A pesar de esto, sin embargo, está construida convencionalmente con una estructura de tres actos. Esto le permite ser más satisfactorio que las otras dos producciones interrumpidas narrativamente de este verano, Fast X y Spider-Man: Across the Spider-Verse . De ninguna manera Dead Reckoning Parte Uno resuelve la trama principal y muchos hilos menores quedan colgando, pero la película cuenta su propia historia y la sigue hasta una conclusión. Si los arcos de varias entregas son el futuro de las producciones taquilleras de gran presupuesto, el enfoque favorecido por McQuarrie y su equipo podría representar un modelo de cómo hacerlo bien.
A los 163 minutos, Dead Reckoning Parte Uno se convierte en una especie de concurso de resistencia. Eso es demasiado tiempo para mantener a los espectadores atentos sin agotarlos. Aunque la película alcanza su ritmo alrededor de los dos tercios de la cinta, lo que da como resultado una hora final emocionante, los primeros 90 minutos tienen un ritmo desigual y están llenos de explicaciones y diálogos. Al principio de los procedimientos, hay algunas lagunas y saltos de continuidad que insinúan que se ha podado un corte aún más largo de la película.
Uno de los placeres de tener de regreso tanto a Ving Rhames como a Simon Pegg es que la relación relajada que han desarrollado con Cruise a lo largo de los años emerge en su interacción (ambos también tienen un poco más que hacer que en algunas de las entregas). La decepción es el tiempo mínimo que se dedica al romance latente entre Hunt e Ilsa de Rebecca Ferguson, quien aparentemente ha sido incluida en la película por obligación con su participación anterior. Esai Morales, aunque es un buen actor, solo tiene un éxito marginal como villano. Carece del estilo necesario para una nominación al Salón de la Fama de los Chicos Malos. Es un poco demasiado subestimado. No se puede decir lo mismo de Pom Klementieff (Mantis en Guardianes de la Galaxia, aquí con un disfraz diferente), que se roba numerosas escenas como la asesina mas despiadada de la película.
Mission: Impossible Dead Reckoning Parte Uno (o Misión Imposible: Sentencia Mortal – parte 1) es una película pochoclera de gran tamaño y gran presupuesto, con todos los aspectos positivos y negativos que uno asocia con ese tipo de cine glorioso pero efímero. Carece de historia firme para superar a las películas de James Bond, pero no tiene problemas para ser más rápido y más furioso que cualquier cosa que Vin Diesel haya protagonizado. Al igual que sus predecesores, tiene fallas, pero las fallas se pasan por alto fácilmente en el momento.