Tecnología: El debate sobre la Inteligencia Artificial (IA) está sobrevaluado

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¿De qué hablamos cuando hablamos de Inteligencia Artificial?. En realidad… pocos saben y demasiados imaginan.

Tecnología: El debate sobre la Inteligencia Artificial (IA) está sobrevaluado

Por Alejandro Franco – contáctenos

Ahora los agoreros de siempre predican sobre los peligros de la Inteligencia Artificial… como si eso fuera algo que surgió espontáneamente hace un puñado de meses y no existía en el 2022 o antes. Gente de todo tipo y color lanza alertas color sangre: programadores que renuncian a sus puestos, gremios de guionistas que se van a la huelga porque sienten amenazados sus puestos de trabajo, especialistas que dicen que la IA va a liquidar el trabajo administrativo y de oficina, … ejecutivos inescrupulosos que dicen que la IA es imprescindible y por eso tenemos que tener todos (¡todos!) una GPU en nuestras computadoras y notebooks para poder ejecutar los cálculos matemáticos que la IA precisa para operar a toda velocidad.

Como se terminó el curro de la criptominería, ahora empieza el curro de la Inteligencia Artificial. Antes las GPUs las compraban los jugadores; después los mineros; cuando la minería se terminó, ahora va a ser obligatorio comprarle una aceleradora gráfica a las únicas dos (o tres, si sumamos Intel, pero todavía es nueva en el rubro) empresas que fabrican los chips. La IA precisa cálculos matemáticos y solo los chips de las aceleradoras gráficas pueden hacerlos. La excusa ideal para la suba de precios exagerada, el presunto desabastecimiento y un montón de sanata acumulada.

¿Hemos visto demasiada ciencia ficción o lo que dicen es real?.

La IA, como está ahora, no es inteligente. No tiene autonomía, no piensa por sí misma. Si uno abre ChatGPT verá que sólo se trata de una base de datos inteligente. Es decir, uno hace una pregunta y la IA arma la respuesta utilizando datos provenientes de bases que consideran confiables. Primero, hay que ver qué es lo que la IA considera confiablesi considera a la Wikipedia confiable estamos fritos, ya que en realidad es un colectivo de información armado por gente voluntariosa, lo que no implica que sean expertos calificados en el tema; basta ver un tema (en especial sobre Historia o Política) en su expresión original en inglés y la versión en castellano para darnos cuenta que no es el mismo artículo (el que está en español suele ser mucho mas breve o tendencioso si habla sobre partidos, políticos o historia reciente) -. Si un dato sobre el Cáncer sale de Cáncer.org está ok, pero si a eso lo suma a blogs y otros sitios web de opinión no calificada lo que tenemos es una ensalada de dudosa veracidad. Segundo, no tenemos acceso a la caja negra de sus razonamientos. Como no sabemos sus fuentes, no sabemos qué criterios utilizó para dar como creíble la versión de la Wikipedia y descartar la de un blog… o la de Cancer.org. Entonces lo que tenés es una versión glorificada de El Rincón del Vago donde se recopila y ofrece información que puede ser producida por especialistas, estudiantes, tipos que no saben un pomo del tema o improvisadores talentosos que pueden disfrazar un texto vacío y lleno de inexactitudes como válido solo por el hecho de usar terminología científica que no todo el mundo maneja.

La IA no improvisa: recicla. Si usted prueba esos maravillosos programas de dibujo vía IAcomo Midjourney – puede obtener resultados fantásticos… tomados de miles y miles de fuentes de otros artistas. Usted puede darle a la Inteligencia Artificial un montón de parámetros para que formatee a su gusto la imagen a obtener… y, entre ellas, que use el estilo visual futurista de Ralph McQuarrie. Entonces está copiando a alguien – pero no directamente de una obra ya existente sino que la IA ha aprendido (o ha sido alimentada) con los datos de qué trazos, colores, estilos y perspectivas usaba McQuarrie en sus diseños -. Sí, uno puede hacer un Batman volando sobre una Ciudad Gótica futurista con el estilo de Ralph McQuarrie pero… ¿cuál es la originalidad?. Ninguna. Quizás alguien use la imagen como portada para un ebook pero difícilmente se transforme en el nuevo Jack Kirby, Steve Ditko, Frank Frazetta  u otro dibujante de prestigio de historietas.

Pues ahí – con el reciclado – hay un tema y se trata de los derechos de autor… de los tipos que realmente desarrollaron material original y ahora son imitados / plagiados por la IA. En cuanto a diseño es un problema – la IA no revela sus cartas; es algo tan hermético como el algoritmo de Google; toma fragmentos de fotos, simula figuras enteras con ellos, le aplica un estilo pre-existente y reconocible – pero, en cuanto a trabajo intelectual creativo (léase novelas o guiones)… vamos… Lo que vamos a obtener ya existe ahora y sin necesidad de IA: Netflix como caso obvio, y el 90% de las series / películas que pasan tanto por cine o streaming y no tienen el sello de originalidad de un autor calificado.

¿Quiere una aventura con un forzudo, un tipo gracioso y una femme fatale que sea tipo Indiana Jones?. Red Notice. ¿Una de Misión Imposible pero comandada por un tipo cómico?. Escuadrón 6. Desde Netflix hasta The Asylum han reciclado historias, clichés, personajes, escenas hasta el aburrimiento y los responsables de ello han sido libretistas humanos. ¿Qué va a cambiar con la IA?. ¿Que ahora el proceso de crear cosas mediocres será más rápido?. La pérdida de originalidad en la industria ya no es un tema de tecnología sino un cuadro endémico de los estudios.

Hace poco una figura de Hollywood daba un caso práctico de IA que podría aplicarse a una serie: tomen una tira muy técnica – Doctor House, CSI, etc – y dénle a la IA los patrones para que arme el libreto. Como esas series suelen ser muy específicas (y se precisa mucho tiempo para armar las bases científicas del episodio) buscará dentro de la base de datos de sus propios episodios (se podría limitar a ello), reciclaría con cambios un episodio antiguo incorporando otros elementos científicos y cambiando los nombres de los personajes y después un libretista esperaría que salga del horno para pulirlo, agregarle chistes y darle la puntada final. Sería un episodio manufacturado más rápido que lo normal, rutinario y estándar que bien podría ir de relleno en una tira que debe proveer 20 o 30 capítulos por temporada.

El mundo del entretenimiento se transformaría en un refritaje masivo de reciclados… pero eso ya está ocurriendo ahora, donde los responsables son humanos y lo encabezan los jefes de los grandes estudios. Ni Nolan ni Scorsese filmarían un libreto cocinado con una IA; lo que puede la IA es ayudar al libretista a entender o desarrollar un tema complejo – científico – pero aún así se precisaría un experto para darle una mirada y ponerle un aprobado al trabajo que hizo la computadora, simplemente porque lo que dice puede que no sea exacto – es como armar un filme basado en una página de la Wikipedia -.

La capacidad de aprendizaje de la IA no implica que genere información confiable. Ni siquiera que genere información nueva. Una IA no puede descubrir la cura del Cáncer pero puede hacer un complejo listado de todos los medios usados hasta ahora para combatirlo (y los descartados porque no funcionaron) . Es una herramienta más que complementa nuestra cultura y nuestro trabajo intelectual. El drama es que la diferencia entre información real y sanata la pueden distinguir las generaciones veteranas, mas cultas y que no han crecido a la sombra de la revolución informática. En cambio las generaciones nuevas – incapaces de saber de qué va el mundo, enfrascados en sus celulares, copiando y pegando párrafos enteros de la Wikipedia – posiblemente terminen aceptando a la IA como una verdad revelada y terminen delegando en ella procesos de investigación y desarrollo sin importar si el sustento es veraz – el error de tomar a Internet como fuente única de información fiable -. Como un médico que opera a corazón abierto a un paciente y, en el mismo quirófano, le pregunta a una IA cómo hacer para reemplazar una válvula o hacer un trasplante.